Rivera sigue sin ganar en la calle

Si uno de los fuertes de Albert Rivera son los debates cuerpo a cuerpo, cuando se trata del contacto con la calle suele tener menos tirón y le cuesta mostrarse como un político cercano y ayer, el primer día de campaña, se volvió a notar. A su llegada a Albacete, el líder de C’s recibió el primer beso de una fan «ciudadana». Piropos de «qué guapo es en persona» o «¡qué hermoso!» le lanzaban las mujeres riveristas mientras en la carpa del partido era recibido con gritos de «presidente, presidente» donde a un joven le pareció «todo un postureo». Incluso le regalaron unos «miguelitos», el típico dulce de la tierra que agradeció con un: «¡Esto no llega a Madrid!». Se le vio agobiado entre el sofocante calor y la gente que le pedía selfies mientras intentaba avanzar. A su paso le lanzaron un huevo que pasó rozando a uno de los miembros del equipo de prensa de C’s y dos jóvenes le increparon por la posición de la formación naranja en relación con su polémica propuesta sobre la violencia machista, que quiere acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo, recordando a lo ocurrido la pasada campaña en Guadalajara cuando respondió con un «no tienes ni idea» a un joven que le criticó entonces el contrato único que propone C’s. Ayer, visitó la empresa Igeteam y prometió que si gobierna, pondrá en marcha la ley del mecenazgo para incentivar fiscalmente a las empresas que inviertan en tecnología e innovación.