Política

Republicanismo bolivariano

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En seis años, Iglesias y su populismo formado en el chavismo de ideología netamente marxista ha conseguido «asaltar el cielo», «y no por consenso», sino por necesidad de Sánchez. La coalición urdida para alcanzar el poder es tan surrealista que esperar un buen gobierno en estas condiciones exige más que un acto de fe.

Ahora ya forman parte de la «casta», y muy bien colocados, y ya que el sistema les ha integrado, deberían adaptarse a la nueva situación, en justa correspondencia. No sé si va en esta línea su afirmación durante el debate de investidura de que el Rey «debe alejarse de los aplausos de Vox y el PP, porque son una amenaza para la Monarquía». Lo digo porque pasar de su republicanismo bolivariano a tanta preocupación por el futuro de la Corona, resulta sorprendente cuando menos.

En su lógica, lo más adecuado para preservar nuestra Monarquía parlamentaria, es lo que hace un correoso jacobino, del partido sanchista –anterior PSOE–, que desempeña la presidencia del Parlamento de la Rioja. Enardecido por Iglesias, ha afirmado que «Felipe VI debe desmarcarse de la derecha fascista, o deberá someterse a pasar por las urnas para que decidan los españoles si quieren Monarquía o República». En todo caso, «de casta le viene al galgo el ser rabilargo», porque el personaje ya apuntó maneras con ocasión de la renuncia de D. Juan Carlos: «A Rey muerto, República puesta», zanjó entonces. Es lo que hay.