La Guardia Civil seguirá ahí

La Guardia Civil acaba de cumplir 175 años de existencia. La nueva responsable del Cuerpo, María Gámez, que ayer tomó posesión, dijo, con acierto, que era la primera mujer que ocupa el puesto y que no será la última. Al igual que no es la primera directora general de la Benemérita ni será la última, ya sea mujer u hombre. Desde ayer, esa larga historia, repleta de servicios a España, gestas heroicas, lucha contra el bandolerismo, en su momento; o contra el terrorismo, en épocas más cercanas, trabajo abnegado siempre, en alerta permanente, le acompañará todos los días de su mandato. Ocupar el amplio despacho de la calle Guzmán el Bueno es, ante todo, un honor, que, por cierto, es la divisa de la Benemérita. Porque desde ese puesto se dirige a un auténtico ejército de agentes que anteponen la ayuda a los demás, la defensa del Orden Constitucional, la lucha contra la delincuencia de todo tipo, a sus propios intereses. Gámez habló repetidamente de feminismo, de igualdad, de una mayor presencia de la mujer en la Guardia Civil, asuntos que nadie discute. Las mujeres que ya están en el Cuerpo se lo han ganado por méritos propios, sin que hiciera falta una directora feminista. Lo han logrado, como los varones, con su esfuerzo, y de ello se pueden sentir legítimamente orgullosas. Una toma de posesión es eso, un acto inicial, y será el día a día, en el citado despacho, que requiere de muchas horas de dedicación, el que marque la trayectoria de la primera directora general de la Guardia Civil, que existió antes que ella y que, si Dios quiere, seguirá siempre al servicio de todos los españoles.