Coronavirus

¿«Nueva» normalidad?

Rueda de prensa del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en La Moncloa
Rueda de prensa del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en La MoncloalarazonAgencia EFE

La traumática experiencia que padecemos está innovando hasta el lenguaje para describir estas vivencias que, por ser inéditas y tan irreales, parecía que no podían suceder. Así, llamamos «confinamiento» a lo que es una reclusión o arresto domiciliario, y «desescalada» al descenso tras aplanar la curva.

Pero lo que no es un mero error gramatical, y sí un hecho muy preocupante, es la suspensión a millones de ciudadanos de varios de sus derechos fundamentales amparados por la CE, bajo la cobertura de un mero estado de alarma y no de excepción. Algo con serios indicios de inconstitucionalidad: ante la duda, y dada la gravedad de las decisiones adoptadas, lo prudente y razonable hubiera sido «pecar» por exceso, y haber declarado el estado de excepción. Y que la oposición lo fuerce ahora, no apoyando más prórrogas.

Tampoco es un mero error gramatical hablar de «nueva normalidad», definida por la RAE como oxímoron o contradicción en sí misma, y que evoca la teoría marxista que concibe al «hombre nuevo», capaz de transformarse a sí mismo y de transformar la realidad con «valores nuevos», creando una «nueva normalidad». Algo que no es para tomárselo a broma con un Gobierno que tiene a varios comunistas en su seno: son los que califican de «popular» a su democracia allá donde gobiernan.

Por eso, yo solo espero poder volver a una «normalidad» que no necesite de adverbios ni adjetivos, porque sepamos claramente lo que es.