Cataluña
Aragón denuncia que falta una pieza y que varias están en mal estado
El presidente Lambán pide responsabilidades por la pérdida de obras del tesoro.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha manifestado su indignación por el hecho de que se dude, en Cataluña, de la capacidad de los aragoneses para conservar las obras
Llegaba ayer el camión al monasterio de Villanueva de Sijena y parecía que el cuento terminaba. O al menos una parte de la saga, porque frente a la descarga de los bienes, en las propias paredes del centro religioso, colgaban unas pancartas junto a la de «Sijena Sí»: «El Tormillo Sí», «Basbastro Sí», «Berbegal Sí» y «Peralta de Alcofea Sí», lugares que todavía reclaman piezas a Cataluña, como el propio pueblo espera las pinturas murales del MNAC. Lo que no sabían es que la palabra «fin» todavía no había aparecido en este capítulo sijenense. A la pieza de menos, «La Inmaculada», se iba a sumar el «lamentable» estado de conservación del propio tesoro, como lo definió ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán durante su visita a las antiguas habitaciones del convento, donde empezaron a desembalar las 43 –que no 44– obras y lugar en el que quedarán expuestas, «aunque todavía no vamos a abrirlas al público», comentaban fuentes del Gobierno argonés. ¿Cuándo piensan hacerlo? «No nos hemos puesto un plazo. No se puede demorar mucho, pero tampoco vamos a forzar a los restauradores a trabajar contrarreloj».
Un mal estado que, aseguraba Lambán, se suma al mosqueo de las piezas extraviadas (una en el Museo de Lérida y dos en el lote que devolvió el MNAC el verano pasado) por la parte catalana y por las que su ejecutivo pedirá responsabilidades. Visto lo visto, lecciones en cuanto a conservación de patrimonio de los conservadores de Cataluña no podemos aceptar ninguna, continuaba. «No nos suele ocurrir que se nos pierdan. De las que salieron de aquí, al menos tres no han regresado», aseguraba el presidente en una jornada que, pese a la situación, consideraba de «celebración».
Pieza –una tela al óleo del siglo XVIII– que, más tarde, reconocía el propio director del Museo de Lérida, Josep Giralt a los medios que se perdió durante unas obras en el palacio episcopal de la ciudad en 2012: «La debieron mover y no saben dónde la dejaron. Está allí, aunque no se sepa el lugar exacto», ampliaban desde el centro. Situación que, según las mismas fuentes, eran «conscientes desde hace dos años». Aun así, serán los propios técnicos del museo los que busquen la obra para «entregarla al juzgado de Huesca», completaba Giralt. Una acción que, pese a la orden judicial de devolución, no se ha hecho hasta ahora por cuestión de «prioridades», insisten desde Cataluña. «Ya lo haremos», y ante la que en Aragón no van a tomar acciones legales «hasta que no pase un tiempo considerable y no la hayamos visto de vuelta».
Como tampoco estaba en la lista de deberes la restauración de unas piezas que han permanecido «enterradas», en palabras del alcalde de Sijena, en los almacenes del museo: «Para empezar –confiesan desde el museo diocesano–, en Aragón tendrían que conocer el estado de las obras. Todos nuestros informes están en el juzgado, por lo que no tendría que ser una sorpresa, pero también es cierto que están igual que llegaron». ¿Y por qué no se rehabilitaron? Contestan en Lérida: «Porque no se restauran todas las obras. Hay prioridades de conservación».
Para cerrar, Lambán desligó todo lo que rodea a los bienes con la política y rechazó la relación del regreso de estas piezas con la aplicación del 155: «Eso es mentira y radicalmente falso. Quien fijó la fecha de devolución de los bienes y la manera de hacerla fue un juez con una sentencia judicial sin ningún tipo de interferencia de las instituciones», concluía.
✕
Accede a tu cuenta para comentar