Política exterior

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Arranca la web gibraltareña que vigila las 24 horas del día las colas de salida hacia España

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Apenas veinte días después del anuncio oficial, a las tres y media de la tarde de ayer, entraron en funcionamiento las dos cámaras que vigilan la Verja de Gibraltar las 24 horas del día y que retransmiten las imágenes a través de la web www.frontierqueue.gi. El Gobierno de Fabian Picardo explicó que este «Gran Hermano» tiene como objetivo informar a los gibraltareños que desean cruzar a España de «la longitud de la cola». También pretende facilitar a la Comisión Europea «pruebas» para demostrar la presión de la Policía y la Guardia Civil en la frontera.

El mes pasado, las autoridades llanitas se quejaron ante la Comisión del «tapón» que originaba España en la ruta de salida del Peñón hacia La Línea de la Concepción y que provocaba esperas que en octubre habían alcanzado hasta seis horas. La respuesta del Ejecutivo europeo, que adujo que no había «evidencias» de un comportamiento «incorrecto» por par-te de España, llevó a Picardo a instalar este inédito sistema de videovigilancia.

Fuentes populares del Campo de Gibraltar tildaron ayer de «pataleta» la maniobra, que además de «atentar contra la intimidad» podría causar «problemas de seguridad» para los agentes que custodian el lado español. En la web puede leerse que la «resolución» se ha disminuido a propósito, supuestamente para que resulte imposible identificar matrículas o rostros de personas.

Desde el Gobierno siempre han negado que la presión fronteriza sea una respuesta al acoso que sufren los pescadores en la Bahía de Algeciras desde mayo, aunque tradicionalmente la fluidez en la Verja ha sido un termómetro de las relaciones bilaterales. También es cierto que España tiene el deber, además del derecho, de controlar ese punto de entrada, dado que Gibraltar no forma parte ni del Territorio Schengen ni de la Unión Aduanera, que permiten la libre circulación de ciudadanos y mercancías.

Al cierre de esta edición, las cámaras instaladas en la avenida Winston Churchill y en los aledaños del puesto mostraban que el tráfico hacia España era fluido. Los vecinos de la Línea se han tomado con humor esta nueva hipervigilancia. Antes existía un teléfono de información para conocer el tiempo de espera, pero ahora, y pese a que no sea la motivación principal de Picardo, también ellos piensan aprovechar las nuevas tecnologías «para decidir si cruzar a comprar tabaco o poner gasolina». O quedarse en casa.