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Congreso

Junts recula y retira la cuestión de confianza para dar margen a Sánchez para cumplir los acuerdos

Los posconvergentes asumen la recomendación del mediador, que ha pedido tiempo para "materializar" algunos acuerdos que podrían estar listos en "unas semanas"

Junts sigue sin la cesión de las competencias en materia de inmigración y sin que el catalán sea oficial en la Unión Europea, pero, pese a los incumplimientos del Gobierno, ha dado marcha atrás y ha retirado la cuestión de confianza a Pedro Sánchez 24 horas antes de que se vaya a votar en el Congreso. Los posconvergentes justifican esta maniobra tan difícil de explicar porque lo ha pedido el mediador internacional Francisco Galindo (en un comunicado publicado el sábado) para evitar una «ruptura» del espacio de negociación con el PSOE. No obstante, esta circunstancia parece que puede fortalecer a Sánchez ya que ha conseguido imponer su tesis al mediador (seguramente haya tenido mucho peso la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en los últimos días) y debilita a un Carles Puigdemont que, hasta ahora, mantenía una posición de fuerza y muy cercado al presidente del Gobierno.

De hecho, la marcha atrás no solo puede debilitar a Junts de cara afuera porque puede parecer complicado que el electorado comprenda la maniobra en un momento de claro ascenso de Alianza Catalana, sino también está por ver si la decisión también puede acabar también desembocando en tensiones internas en el partido. En este sentido, en los últimos días, ha habido voces dentro del partido que descartaban con rotundidad la posibilidad de retirar la cuestión de confianza y eso puede ser una señal de que ha habido más dudas que certezas hasta el final sobre esta decisión. De hecho, Jordi Turull quiso defender este lunes que toda la dirección del partido ha apostado de forma unánime por retirar la cuestión de confianza a Sánchez, aunque también es cierto que él mismo reconoció que ha habido debate porque ha habido muchos dirigentes con ganas de opinar.

Ahora mismo, Junts retira la cuestión de confianza a Sánchez y está por ver cómo evoluciona la relación con el Gobierno dado que los posconvergentes sí dan «confianza» a las palabras del mediador, quien ha dicho que hay que dar «margen» a Sánchez para «materializar» el cumplimiento de los acuerdos pendientes. Ese margen de tiempo está sin especificar, aunque se habla de «unas semanas». Por delante, Junts mete mucha prisa por el traspaso de las competencias en materia migratoria, que sigue todavía bloqueado mientras Alianza Catalana sigue ganando fuerza en Cataluña tras resistir en la alcaldía de Ripoll; y, por la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Además, los posconvergentes también tratan de capitalizar cuestiones como el pacto para ampliar la plantilla de los Mossos d’Esquadra hasta los 25.000 agentes porque está vinculado al combate de la inseguridad y tratan de desatascar la aplicación efectiva de la amnistía (ahora buscando la vía del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a través de un protocolo que va a activar el Gobierno) para poder tener de vuelta a Puigdemont para dar un golpe de efecto político.

En todo caso, el oxígeno que ha tomado Sánchez con la renuncia de Junts a la cuestión de confianza se puede convertir en un arma de doble filo ya que el propio Turull aseguró, públicamente, que si el PSOE sigue con su línea actual, se puede llevar un «disgusto gordo», aunque no especificó en qué se puede concretar dado que podría ser tanto la petición de elecciones como la posibilidad de apoyar una moción de censura del PP para que convoque comicios. En todo caso, Turull circunscribió su explicación a una ruptura con el PSOE. «El próximo paso es evidente, que es el que intenta evitar el mediador, que es la ruptura por el incumplimiento de la otra parte», afirmó el dirigente de Junts.

Lo cierto es que Junts tendrá que «inventarse» algún nuevo instrumento para presionar a Sánchez ya que la vía de la cuestión de confianza queda anulado porque ya no podrá presentarlo hasta septiembre, como mínimo. En todo caso, la cuestión de confianza a Sánchez tampoco era vinculante ya que era una proposición no de ley. En España, la cuestión de confianza debe ser presentada por el presidente del Gobierno para que sea vinculante. Y Sánchez ya ha dicho que no se va a someter a la votación del Congreso. Por tanto, la legislatura, con o sin Presupuestos, no parece que esté cerca del final.