África

Melilla

Las Fuerzas de Seguridad vigilan que en las pateras no se infiltren islamistas

Los terroristas acceden a Europa camuflados entre los inmigrantes necesitados

Sólo en las últimas 48 horas se ha rescatado a más de 64 personas que intentaban entrar en España en pateras
Sólo en las últimas 48 horas se ha rescatado a más de 64 personas que intentaban entrar en España en pateraslarazon

Madrid- La alerta que las Fuerzas de Seguridad mantienen para que terroristas islamistas no accedan a Europa a través de España se ha extendido debido al considerable número de personas que, a bordo de pateras y otras embarcaciones, tratan de acceder a nuestras costas, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. La mayoría de estas personas, por la experiencia acumulada, nada tiene que ver con los grupos extremistas del islam, pero, dada las últimas amenazas lanzadas por la red Al Qaeda, se ha introducido esta nueva hipótesis.

A este respecto, las fuentes consultadas han recordado que, en definitiva, acceder a una patera para tratar de cruzar desde África a España u otro país europeo, como Italia, tan sólo depende de pagar la cantidad de dinero que exigen las mafias que se dedican al tráfico de personas.

La mayoría de los que emprenden un viaje, siempre peligroso, son personas necesitadas, que huyen del hambre y la pobreza y es precisamente ésta una cobertura perfecta para que terroristas islamistas accedan al continente mezclados con los anteriores.

En España, que se sepa, no se han producido demasiados casos. El último, tal y como adelantó este periódico, se detectó en Melilla, en la frontera de Beni Anzar, en una operación de control realizada por la Guardia Civil.

El terrorismo islamista, como ha quedado demostrado tras los últimos atentados terroristas y los intentos que han logrado ser abortados antes de ser cometidos, se sirve de todos los medios para lograr sus fines criminales.

La figura del «desheredado de la fortuna» que se juega la vida para tratar de entrar ilegalmente en España y que, si es sorprendido, pueden pasar muchas semanas antes de que pueda ser expulsado, gracias a la normativa vigente, es una cobertura «interesante» para este tipo de terroristas, según las citadas fuentes.

Además, al llegar indocumentados, pueden decir lo que quieran sobre su procedencia y, como no puede ser de otra manera, son tratados de manera humanitaria, precisamente porque, en principio, se trata de auténticas personas necesitadas, que han tenido que empeñarse no sólo ellos, sino también sus familias, antes de emprender un viaje de incierto final.

Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI), en la que la figura de su jefe, Abdemalek Droukdel, alias Abu Musad Abdelmadud, se ha reforzado tras la muerte, durante la intervención francesa en Mali de Moktar ben Moktar y Abu Zeid, constituye la principal amenaza para España (y Francia). Sus jefes hacen constantes llamamientos a la recuperación de Al Andalus.

Sin embargo, otras bandas terroristas, como los somalíes de As Sabah, no menos peligrosas, pueden utilizar estos métodos de infiltración en Europa. Individuos pertenecientes a dicho grupo han sido detectados muy lejos de sus zonas de actuación habituales, incluso en Australia, donde pretendían cometer atentados.

En un momento de grave crisis económica, en la que no abunda precisamente el trabajo, llama la atención la afluencia de personas que tratan de entrar ilegalmente en nuestro país. El hecho de que las mafias que trafican con seres humanas hayan forzado la situación, además de por sus ilícitos fines económicos, podría responder a otras razones que son objeto de investigación.

En el África subsahariana, en el Sahel, las relaciones entre estos grupos y los terroristas islamistas son más fluidas de lo que sería deseable y afectan no sólo a la «venta» de personas secuestradas, sino también al suministro de todo tipo de materiales y ¿por qué no? a la colaboración para la infiltración de terroristas en Europa.

Entre los individuos que fueron investigados tras los atentados del 11-M en Madrid y la realización de operaciones contra el terrorismo islamista, se ha comprobado que algunos de ellos habían accedido de forma ilegal a España, incluso en pateras.