Política

El desafío independentista

Netanyahu planta a Mas en Israel y el embajador español le acompaña en todos los actos

Mas, ayer en Tel Aviv con el ministro de Economía, Yair Lapid
Mas, ayer en Tel Aviv con el ministro de Economía, Yair Lapidlarazon

Los esfuerzos del presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas por aglutinar apoyos para su causa soberanista en el exterior se han vuelto a frustrar, esta vez en Israel.

Acompañado de una delegación empresarial y del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, el equipo de Gobierno catalán preparó con esmero su misión diplomática en Israel, un país estratégico para el nacionalismo catalán. Además, el viaje coincide con las horas bajas en las relaciones entre la Generalitat y el Ejecutivo central. La agenda oficial incluía reuniones con el presidente israelí Simon Peres, que ejerce funciones meramente protocolarias y no cuenta con ningún poder ejecutivo. A pesar de los intentos por cerrar una entrevista con el primer ministro Benjamin Netanyahu finalmente éste plantará a Mas. Según han asegurado a LA RAZÓN fuentes diplomáticas israelíes, el ministro hebreo no recibirá al presidente de la Generalitat durante su gira oficial.

La Generalitat lleva tiempo denunciando falta de cooperación por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores para llevar a cabo la proyección exterior de Cataluña. Fuentes de exteriores insistieron en que habían «colaborado» con la Generalitat al igual que cualquier otro viaje de cualquier otro presidente autonómico.

Además, el Gobierno israelí no ha mostrado nunca mucho interés en recibir al presidente de la Generalitat. De hecho, en todos los actos políticos e incluso en el encuentro que tendrá lugar hoy con Simon Peres, Mas, va acompañado por el embajador español de Israel, Fernando Carderera, algo que no ha sentado muy bien en la delegación catalana. Con ello, queda patente que Tel Aviv recibe a Mas en calidad de presidente de la comunidad autónoma de Cataluña al igual que hizo cuando acudió a visitar Israel el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel o el presidente de Extremadura, José Antonio Monago.

En la memoria del Gobierno israelí no se guarda muy buen recuerdo de la última visita de un presidente de la Generalitat de Cataluña. Fue en 2005 cuando Pasqual Maragall y Josep Carod Rovira, entonces número dos de su Gobierno protagonizaron un sinfín de incidentes en el que Carod se negó a participar en un homenaje al asesinado primer ministro Isaac Rabin porque no estaba presente la senyera además de fotografiarse con una corona de espinas por las calles de Jerusalén, algo que muchos consideraron como un gesto poco respetuoso.

A pesar de los desplantes Artur Mas, sigue con su apuesta en el exterior, un impulso que se ha vuelto a ver reflejado en los presupuestos presentados para 2014. «Reforzar las delegaciones del Govern en el exterior y mejorar el estatuto de la lengua catalana en la UE», ésa es su prioridad. Tanto es así que el presidente de la Generalitat piensa doblar los recursos para sus cinco embajadas, que pasarán de 1,1 millones a 2,2 millones, aunque la partida de Exteriores no experimentará subidas en su conjunto.

Cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores ofreció a las comunidades autónomas las infraestructuras del Estado en el exterior para ahorrar y crear sinergias el presidente de la Generalitat lo rechazó y anunció que Cataluña mantendría su «perfil propio» en el extranjero a través de sus delegaciones. Mas consideraba estas delegaciones como fundamentales para la promoción económica y cultural de Cataluña en el exterior, por lo que la Generalitat no las suprimió.

El último viaje que realizó con su delegación catalana, antes de poner su desafío soberanista rumbo a Israel fue a Brasil. Entonces quiso remarcar que dicho viaje, al que acudió con una cincuentena de empresarios, tenía un claro acento económico, después de que la polémica le acompañara a Moscú.

Tres viajes en 2013

Uno de los viajes más sonados del presidente de la Generalitat al exterior fue el de Moscú. Lo que era un viaje para liderar una misión comercial de cien empresas acabó siendo un viaje a todo lujo. Uno de los destinos que se repite en la agenda de Mas es el que lleva a Bruselas. Ya van siete visitas, tres en lo que va de año y siempre con el objetivo de vender su proyecto soberanista. También ha viajado a Marruecos, Londres, Boston, Brasil y Nueva York.