Podemos robaría hoy un 12,1% de votos al PSOE y un 3% al PP

Podemos se ha convertido en un actor imprescindible del panorama político español, pero eso no parece colmar las aspiraciones de su cúpula. En continua expansión desde su irrupción en las elecciones europeas, su crecimiento se dio de bruces con la realidad en las pasadas elecciones andaluzas, donde no consiguieron alcanzar los objetivos que ellos mismos se habían marcado.

Sin embargo, su irrupción en el escenario político no puede ser obviada y ésta se ha producido principalmente a costa de votantes desencantados de otros partidos. Habitualmente se presenta al votante de Podemos como joven, urbano, con estudios superiores, que utiliza activamente las redes sociales y las nuevas tecnologías para informarse y comunicar sus ideas, que es de izquierdas y que se muestra desencantado con los partidos tradicionales. La última encuesta de NC Report para LA RAZÓN parece corroborar este perfil, aunque con matices. Así, el votante actual de Podemos, diferenciado por segmentos de edad, sitúa su máximo porcentaje entre los 18 y los 29 años, sumando un18,4% de los votos totales. Le sigue con el 14,7% de los votos la franja situada entre los 30 y los 44 años. El porcentaje sigue bajando entre los votantes de 45 a 64 años, de los que sólo les votaría un 11,6%, porcentaje que se desploma hasta el mínimo 7,5% cuando se trata de votantes de más de 65 años. La curva demoscópica es clara: a mayor edad, menos confianza en Podemos y su discruso extremista.

En cuanto a cuál es el perfil político de los votantes de Podemos, la respuesta puede verse desde varios prismas, aunque la mayoría de ellos se reflejan en la izquierda, ya que tan sólo un 3% del electorado del Partido Popular votaría a Podemos en unas elecciones, manteniendo casi idéntica curvatura porcentual por segmentos de edad que en la tabla anterior, pero a la inversa. Es decir, a mayor edad más porcentaje de votantes que se mantienen fieles al PP. De este modo, el 98,1% de los votantes de más de 65 años y el 97,9% de entre 45 y 64 años obtarían por la fidelidad. En los dos segmentos más jóvenes, el porcentaje baja un poco, pero se mantiene igualmente alto. Así, los votantes de entre los votantes de 18 y 29 años, un 90% no se cambiaría a Podemos, porcentaje que se sitúa en el 95,7% entre los de 30 a 44 años que no cambiarían su voto.

Entre los votantes del PSOE la pérdida es mayor, aunque no tan elevada como pudiera parecer, ya que un 12,1% daría el salto a la formación de Pablo Iglesias. De ellos, la mayor salida se daría entre los votantes de 18 a 44 años al cambiar su voto el 14,5%. A partir de ahí, la sangría se detiene y entre 45 y 64 años sólo se perdería por el camino un 11,1%, porcentaje que se minimiza aún más en los más de 65 años, siendo infieles sólo el 9,9%.

En cuanto a la ubicación política que los votantes de los dos grandes partidos otorgan a Podemos, los resultados hablan por sí solos. Entre los votantes del PP, un 47,8% sítúa a la formación de Iglesias claramente en la extrema izquierda, un 15,7% lo posiciona en la izquierda y sólo un 3,7% cree que su sitio está en el centro-izquierda.

Los porcentajes son similares entre los votantes del PSOE, aunque sus posiciones se suavizan. De este modo, un 39,7% cree que Podemos es un partido de extrema izquierda, mientras que un alto porcentaje, el 24,6%, piensa que es sólo de izquierdas. Un 7,9% lo sitúa en el centro-izquierda.