Gobierno de España
Rajoy hará un duro debate contra Sánchez
El presidente en funciones utilizará la investidura del socialista para presionar con su oferta de gran coalición. Dará las razones de su «no» al pacto del PSOE con Ciudadanos, porque busca derogar la labor de su Gobierno
El presidente en funciones utilizará la investidura del socialista para presionar con su oferta de gran coalición. Dará las razones de su «no» al pacto del PSOE con Ciudadanos, porque busca derogar la labor de su Gobierno
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, estuvo trabajando este fin de semana en dar los últimos toques a su discurso para la sesión de investidura de Pedro Sánchez, que tendrá como principales ejes dos objetivos: desmontar el pacto del PSOE con Ciudadanos y solemnizar ante el Parlamento su propuesta de Gobierno de gran coalición, con socialistas y Ciudadanos, pero presidido por su partido. En las discusiones de estrategia en la dirección popular han valorado la posibilidad de utilizar este debate para que Rajoy formalizase una oferta de gobierno con reformas y medidas concretas, compitiendo con la investidura de Sánchez y peleando por la iniciativa que el líder popular cedió al rechazar ser el candidato propuesto por el Rey. La sensación en la cúpula popular es que al final Rajoy no va a llegar tan lejos, pero también es verdad que en estas últimas horas Moncloa lleva con la máxima reserva el contenido del discurso. En él trabaja la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y, por supuesto, también ha intervenido, como en todas las grandes ocasiones de la pasada Legislatura, el sociólogo Pedro Arriola. Además de que en la definición de la estrategia también participen otros miembros del equipo de Rajoy como su jefe de Gabinete y director de la campaña de las generales, Jorge Moragas.
Desde el entorno de Rajoy sí avanzan que en su discurso será bastante duro contra el secretario general del PSOE. Desde la consideración previa de que ésta será una investidura fallida para Sánchez, sobre lo que no tienen ninguna duda en la dirección popular, en Moncloa defienden que Rajoy intente aprovechar la ocasión para hacerse valer como alternativa de gobierno tomando como base de referencia el documento que remitió a los otros partidos para negociar apoyos para su gran coalición una vez que ya el Rey había propuesto a Sánchez.
Garante de un Gobierno estable
El líder popular intentará presentarse como el garante de un Gobierno estable y reformista, y apelará a la necesidad del pacto con los socialistas, que Sánchez rechazó desde día después de las elecciones generales de diciembre. En Moncloa están trabajando especialmente en los argumentos para desmontar el acuerdo del PSOE con Ciudadanos, y para explicar las razones por las que el PP no puede sumarse a una alianza hecha contra el partido ganador de las elecciones y que sólo pretende derogar –alegan– labor del Gobierno del PP en la pasada Legislatura. El PP necesita combatir la idea de que es un pacto en el centro para que el voto en contra no les expulse demasiado hacia la derecha.
Rajoy hará un discurso muy combativo contra Sánchez y cerrará incluso la puerta a asumir el documento en el que se basa la alianza del PSOE con Ciudadanos como base para la negociación después de la doble votación de investidura que se celebrará esta semana.
A partir de ahí, si se cumple el guión previsto –el fracaso de Sánchez– empezará una nueva etapa de la negociación postelectoral. Y en su discurso oficial la dirección popular insiste en que no renuncia a intentar la investidura de Rajoy, para lo que pondrán en escena el inicio de una nueva estrategia dirigida a trasladar a la opinión pública su disposición a intentar conseguir los apoyos necesarios para que haya Gobierno. Negociarán con Ciudadanos, pero también buscarán el diálogo con el PSOE. Aunque en principio, al menos ésta es la posición a día de hoy, Rajoy no se presentará ante el Congreso salvo que tenga indicios «sólidos» de que puede conseguir dar forma a la gran coalición. Desde Génova precisan que todo dependerá de la posición que adopte el Rey Felipe VI, aunque ellos anticipan que no ven sentido a participar en la «representación» de otro debate de investidura como el de Sánchez para «no sacar nada en claro».
Ahora bien, más allá de estos movimientos públicos, la dirección popular sigue hoy tan convencida como el día después de las elecciones del 20 de diciembre de que habrá «inevitablemente» unos nuevos comicios. Rajoy planea tender de nuevo la mano a la negociación a Sánchez y a Albert Rivera, pero la impresión de que se está en fase preelectoral obliga, según justifican en Moncloa, a mantener «el pulso» y a buscar el desgaste de sus dos adversarios. También del máximo dirigente de la formación naranja. En este último caso, el argumentario del PP reforzará la identificación de Rivera con el PSOE. La meta es desgastar su posición en el centro para reclamar el voto útil frente a la izquierda a favor de sus siglas. «La idea de una coalición con Ciudadanos es ciencia ficción, ni nosotros lo pretendemos ni ellos nunca lo aceptarían. Lo que tenemos que hacer es intentar que dejen de ser vistos por una parte de nuestro electorado como una alternativa de centro-derecha, y el pacto con Sánchez es un oportunidad que no podemos dejar pasar», sentencian en el Comité de Dirección del PP.
Las nuevas elecciones preocupan en Génova bastante más que en los días siguientes al 20-D. Su lema es que no van a ceder en dejar de hacer valer su condición de fuerza más votada. Pero asumen que está habiendo un desgaste «para todas las partes» y esperan nuevas sacudidas por los casos de corrupción bajo investigación.
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