Antepasados

Aunque en realidad todo arranca de Clavijo, en el monasterio de San Prudencio, en sus aledaños se empezaron a elaborar las primeras barricas de la familia riojana. El sucesor, Rubén Sáenz, aporta la dosis de juventud suficiente y un pensamiento abierto para el tratamiento del viñedo. De Padre es un ejemplar distinto gracias al tempranillo y la garnacha, que expresan la altura de la vid y las influencias de un terruño especial. Las diferencias se marcan en el vino y la capa media, que mantiene tonos azulados de juventud, a pesar de la añada 2009. Nariz intensa y potente con notas afrancesadas gracias a su elaboración moderna, ya que la maloláctica se desarrolla en francesa bordelesa, que le confiere estructura y gran armonía de fruta y madera. Un ejemplar meloso y fresco que, aún apartándose de los cánones de la rioja alavesa, está al alcance de todos los partidarios e iniciados del vino riojano.