El Nuevo Rincón de tapeo

Los hermanos Martínez Martínez han hecho un lavado de cara a El Nuevo Rincón de Jaén, que merece una visita. Procedentes de la Sierra de Cazorla, los propietarios inauguraron el primer establecimiento, situado en el número 88 de la madrileña calle Don Ramón de la Cruz, en el año 1998. Una sabrosa aventura gastronómica que ha seguido dando sus frutos en el 101 de la misma calle, así como en los locales de Doctor Gómez Ulla, 6 y Camilo José Cela, 11, donde sirven una cocina andaluza de referencia en la capital. La fritura es su especialidad, igual que el jamón ibérico de bellota de Guijuelo, un manjar excelso, que también destaca en El Nuevo Rincón, en Alcalá, 225. El establecimiento gusta por su ambiente desenfadado y divertido, que invita a disfrutar de una agradable jornada de tapeo y seguir los consejos de los camareros siempre atentos y al servicio de una clientela ya habitual que acude en busca de un producto de excelente calidad.

Marisco para llevar

El acogedor local alberga dos espacios. Nada más entrar, el comensal encuentra la barra, con dispensador de vino por copas, que mira hacia una vitrina con el marisco fresco del día. Recordemos que el local era una marisquería, así que hasta aquí llega una gamba blanca memorable, así como cigalas y ostras que bien merecen ser degustadas en cualquiera de las mesas o en casa, ya que puede encargar el marisco que desee para celebrar las fiestas y llevárselo cocido y listo para servir. Al fondo, un pequeño comedor, que aún conserva cierto aire marinero mezclado con las fotos del campo de Jaén que decoran el espacio, es perfecto para degustar las especialidades de la carta. Destacan los canapés. Ricos son el de jabuguito con tumaca, el de gulas con ali oli y el de queso de cabra con nueces y mermelada.

Informal y económico, El Nuevo Rincón se une a la tendencia gastronómica que triunfa en la capital en la que lo suyo es compartir los manjares. También son recomendables cualquiera de las raciones, como las albóndigas de ternera, las habitas baby con jamón y el pulpo a la gallega. Sí, a pesar de que nos encontremos en un local de raíces andaluzas, merece la pena degustarlo. Acompáñelo con una ensalada (de tomate aliñado con bonito y cebolla roja, especial de berberechos con tomate, de canónigos y queso de cabra...) y, cómo no, de una copa de Analivia Verdejo, un rueda de la bodega Pagos del Rey. «Se trata de un vino moderno y fresco, fácil de beber, que gusta a los amantes de los buenas etiquetas y también a las nuevas generaciones, que se interesan por la buena gastronomía y por el mundo vitivinícola», afirma Miguel Martínez.