Casa Real

María Teresa Álvarez: «El Rey no debe abdicar»

Mª Teresa Álvarez presenta a LA RAZÓN su nuevo libro, basado en Margarita de Parma. La viuda de Sabino Fernández habla sobre la Familia Real: «La Reina es más que una profesional»

Don Juan Carlos, a la salida del hospital Quirón San José el pasado 2 de diciembre, tras ser operado de la cadera izquierda
Don Juan Carlos, a la salida del hospital Quirón San José el pasado 2 de diciembre, tras ser operado de la cadera izquierdalarazon

A pesar de la prisa, llega pausada. Una media sonrisa como saludo en un semblante serio. En el ascensor que nos traslada al Club Financiero Génova provoca inseguridad. «Pero la entrevista no va a ser muy larga, ¿no? Tengo la presentación de un libro». No parece cómoda en el papel de observada: ella fue periodista, es escritora. Quizá se sienta mejor ajena a los ojos que la ven como la viuda de Sabino Fernández Campo –de lo que está «muy orgullosa»–, los otoños en Roma ofrecen confidencialidad. «Paseando allí me conozco bien». El sentido del humor, su mejor aliado. «Totalmente. Sólo de pensar en ir a Asturias con este frío...», se ríe cuando se le sugiere que deberíamos hibernar como los osos, y sus ojos serenos se hacen eco de la luz que rebota en los tejados madrileños a los que da el club. En la entrada nos recibe una foto del Rey. Y es allí donde Mª Teresa Álvarez habla sobre su nuevo libro, muy pronto en las librerías: «Margarita de Parma; la apasionante vida de la hija bastarda de Carlos V, gobernadora de los Países Bajos». La escritura: su terapia. Porque ella perdió el pudor literario casada ya con el ex jefe de la Casa del Rey. Los libros para ella son un proyecto que creaban los dos, sin él ser consciente. «No tuvimos hijos, así que...».

– Hábleme sobre su nuevo libro.

–A Margarita de Parma la descubro cuando escribo mi primer libro, «La pasión última de Carlos V». Siempre me llamó la atención que su padre, el emperador, la legitimara cuando con otros hijos no hace lo mismo. Carlos V sólo siguió el mismo comportamiento con don Juan de Austria.

–¿Por qué siempre personajes femeninos?

–Me gusta ver la historia a través de ojos de mujer. Hay muchos aspectos inéditos, no porque hayan sido menos importantes, sino porque la Historia se ha visto a través de ojos masculinos, y el orden de prioridades es diferente.

–¿Ser mujer de Sabino Fernández hace que una pueda perder algo de identidad?

–No. Él siempre se sentía muy orgulloso de que siguiera siendo la misma. Aunque indudablemente muchas veces lo que diga María Teresa Álvarez tiene más interés como viuda de Sabino Fernández. De eso soy muy consciente, pero no me importa. Ha sido una persona muy importante en mi vida.

–Su marido decía que la vida son recuerdos, pero también olvidos, y no hizo sus memorias. ¿Escribiría usted alguna vez sobre él?

–Sabino dijo todo lo que tenía que decir en vida. Lo que no descarto es escribir sobre cómo ha sido mi vida con él.

–Dijo que la infanta Paz es un personaje poco popular porque era muy bondadosa. ¿España está más interesada en tramas urdagarinescas?

–Lo correcto no vende. La gente conoce más a Eulalia, hermana de Paz de Borbón, porque se divorció y provocó escándalos. Era díscola, a Paz le gustaba leer, pintaba...

–¿La Reina vende?

–Es la mejor valorada como embajadora. ¿Sabes dónde está el éxito del Rey? En los genes borbónicos, que son muy populares. El Rey puede defraudar porque se le ha querido primero, llega al pueblo. Imagina quién puede entonar el «Me he equivocado, lo siento».

–Le acaban de operar de nuevo y hay quien se plantea si podría abdicar.

–El Rey no debe abdicar y estoy segura de que no lo hará. Don Juan decía que un rey sólo deja la corona por el exilio o por incapacidad. La gente es consciente del esfuerzo que está haciendo. Está vendiendo España y tomando una postura activa. Eso es lo que trasciende.

–Volviendo a Doña Sofía, queda ya muy leído el «es una gran profesional».

–Es mucho más que eso. Cuando Sabino estuvo en la UVI ella me acompañó una hora entera. El año pasado, en los Premios Príncipe de Asturias me vio a través de los fotógrafos y vino a darme un beso. Me emocionó, sentí que se lo daba a Sabino por el cariño que le tenía. Y cuando en su momento se lo comenté, me respondió: «No, el beso te lo he dado a ti, porque te quiero a ti».

–«Ni está, ni se le espera», dijo su marido en el golpe de Estado refiriéndose a Armada. Aquello le dio gloria, pero también hubo momentos duros.

–Sabino jugó un papel decisivo al lado del Rey, pero quien paró el golpe fue Don Juan Carlos. Claro que hubo momentos difíciles. Él me contaba todo, pero nunca diré lo que pudo pensar o sentir.

–¿Don Felipe podría crear una corriente felipista, al igual que el Rey una juancarlista?

–No. Está perfectamente preparado y es una persona muy seria, muy responsable, y quiere saber, que eso es importantísimo. Pero son muy distintos y, sobre todo, viven un contexto muy diferente.

Un momento «muy dulce»

María Teresa Álvarez asegura encontrarse en un momento «dulce». Baja la voz: «Estoy sola». La viuda del ex jefe de la Casa del Rey se declara una persona de gustos muy sencillos, a la que le encantan las redes sociales porque necesita comunicar. «En Facebook cuelgo dos o tres fotos diarias e impresiones, todo basado en

sentimientos». Y se permite «el lujo» de desplazarse a Roma una temporada una vez al año. «Yo creo que podemos enamorarnos de las ciudades casi como de las personas, y mi pueblo de Asturias, Candás, y Roma son mis amores». Es allí donde todo le sale «bien», donde le viene la inspiración, perdida por las calles de la capital. Autora de nueve libros basados en personajes históricos, sólo uno, «El enigma de Ana», es de ficción. Asegura que le fascina dar vueltas hasta encontrar la palabra adecuada, y que la literatura es su «terapia».