Maribel Verdú, la «Maja» de los Goya

Una palomita de maíz. Sí, pero no de esas que se comen en el cine y que ponen de los nervios a más de un espectador. Ésta está valorada en 25.000 euros y sólo una persona es la afortunada para ponérsela en su mano.

Una palomita de maíz. Sí, pero no de esas que se comen en el cine y que ponen de los nervios a más de un espectador. Ésta está valorada en 25.000 euros y sólo una persona es la afortunada para ponérsela en su mano, aunque si quiere hincarle el diente para comprobar que su oro amarillo es de verdad y los diamantes más de lo mismo, no tiene más que intentarlo. En esta ocasión, Maribel Verdú se fió. La actriz recibió anoche el galardón de la «Maja de los Goya», que cada año concede la joyería Carrera y Carrera a la que ellos consideran la mejor vestida de la alfombra roja de cada edición de los premios del cine español. Y como reconocimiento, una exquisita joya de la casa: una sortija con forma de palomita.

Verdú, que acudió con un vestido negro de Álex Vidal y bolso de Stella McCartney, aseguró que su elección del Dior que dio tanto que hablar «era perfecta ya que era yo la que llevaba el vestido y no él a mí como suele ocurrir en muchas ocasiones. Además, era muy calentito y no pasé nada de frío». La pregunta era obligada: ¿donará la actriz su premio a los más desfavorecidos en sintonía con el discurso que dio cuando recibió el Goya? «No. Me lo quedaré yo y me lo pondré a diario», aseguró. Además, añadió que no se arrepiente de nada de lo que dijo aquella noche, «pero que no era el momento de volver a recordarlo». Mucho más tranquila que el día de los premios de cine –quizá, porque en esta ocasión sabía de antemano que era la ganadora– se mostró simpática y agradecida por ser considerada la mejor vestida de la noche. «Ahora toca seguir trabajando, tengo proyectos teatrales y cinematográficos pero no voy a adelantar nada», aseveró. Aunque el diseño que eligió, que curiosamente fue el mismo por el que optó Rosamund Pike en los Oscar, fue uno de los favoritos de la noche según los «fashionistas» patrios, no todos fueron de la misma opinión y así de claro lo quiso dejar anoche Vicky Martín Berrocal: «No estaba nada mal, pero sinceramente, pienso que la mejor vestida fue Nieves Álvarez con su Stephane Roland».

«Cansada del amor»

Fueron muchos los que quisieron acompañar a Verdú en la velada de ayer, que culminó con una exquisita cena y el consiguiente discurso de agradecimiento de la actriz. Entre otros, asistieron Arancha del Sol, Nieves Álvarez, Alba García, Mar Flores, Mar Regueras y Cecilia Gómez. La ex de Fran Rivera pidió a los medios de comunicación que la esperaban a las puertas del madrileño Palacio de Fernán Núñez, donde se celebró el acto, que no le preguntaran por el ex de Eugenia Martínez de Irujo y sus problemas con la custodia de su hija Tana: «Está fuera de lugar, prefiero hablar de mi trabajo y de los proyectos que tengo». ¿De nuevo enamorada? «No. Me da mucha pereza, me cuesta mucho acostumbrarme a convivir con otra persona». Quizá le importe menos compartir su vida con un joyón como el de la Verdú.