Entrevista

María José Catalá: «El final de la etapa ‘sanchista’ pondrá fin a la polarización»

Admite que existen importantes diferencias con Vox, pero enfatiza que la ciudad está por encima de todo: «no se puede volver a lo de antes»

María José Catalá, alcaldesa de Valencia
María José Catalá, alcaldesa de ValenciaKike TabernerLa Razón

María José Catalá cita a LA RAZÓN para realizar esta entrevista en el Jardín Botánico de Valencia, un espacio que quedó identificado con el gobierno de coalición que conformaron PSPV, Compromís y Podemos en 2015, pues fue el lugar elegido para firmar el primer pacto. «Es uno de los más bonitos de la ciudad y como el río Turia o la Valencia verde, es de todos. No es de nadie», explica, dando ya muchas claves de su acción de Gobierno.

Se cumple un año de su llegada a la Alcaldía. Recuperó para el PP la tercera capital de España que había estado durante dos legislaturas encabezada por un alcalde de Compromís, Joan Ribó. ¿Qué balance realiza?

Ha sido un año muy bonito y de mucho trabajo. Se ha confirmado una intuición que tenía, que es que ser alcaldesa de Valencia es el mejor destino político. Desde luego, yo me quedo aquí. La ciudad tiene una materia prima impresionante y ha mostrado su mejor cara, también en la adversidad, como se vio en el incendio de Campanar. Me siento satisfecha de haber puesto en marcha más de 500 viviendas, el Gobierno anterior sacó 14 en ocho años. Abanderamos un modelo de sociedad sostenible, no politizado, donde la apuesta por una ciudad vivible es una apuesta de la sociedad y no una apuesta política. Estoy muy contenta de haber reforzado la seguridad, doblado la limpieza y de empezar a tener una ciudad cuidada.Hemos relanzado proyectos económicos que estaban en un cajón, activando 300.000.000 de euros de inversión privada y mejorando el diálogo con la Administración, nuestro propio funcionamiento y, desbloqueando licencias. Se ha hecho mucho en poco tiempo.

El ex alcalde Ribó dejó su acta en un pleno en el que se vio que, pese a las diferencias políticas, hay aprecio y respeto. Con todo, ¿hay algo en lo que le obsesiona no distinguirse de él?

Siempre respetaré a los que han sido alcaldes de Valencia y han trabajo por esta ciudad independientemente de las diferencias ideológicas. Esta es una diferencia que quiero marcar. También quiero dar otro trato con la oposición: a mí me hubiera gustado tener una mayor interlocución con el alcalde anterior. No sé qué resultados veré. Pero lo que más enfatizo es ser una alcaldesa muy cercana, tocar mucho a la gente, hablarle, mirarle a los ojos. Esto es una diferencia que nos separa. Creo que es una cuestión de carácter. Todos los ciudadanos son importantes con independencia de a quién hayan votado. Esto se dice mucho, pero realmente me estoy esforzando por hacerlo. Para mí todo el mundo es importante. No estoy aquí para pasar el rodillo de mi ideología por encima de nadie, ni para transformar su cultura, ni ignorar los actos más importantes en la ciudad, me gusten o no.

¿Cómo funciona su pacto con Vox? No parece que las relaciones sean muy fluidas.

Nos ayuda mucho pensar en lo que nos une: que los ciudadanos quieren vernos trabajar y ver resultados. La ciudad está por encima de todo. En segundo lugar, que estamos muy convencidos de que no se puede volver a lo de antes. Entonces, es mucho más importante todo esto que las diferencias que nos separan. Yo soy una mujer feminista. Así, sin paliativos, sin edulcorantes. Tengo una hija pequeña y no quiero ni un techo para ella, ni para ella ni para ninguna. Sí creo que son necesarias políticas feministas, donde se haga un esfuerzo por que la mujer llegue a cargos directivos, por su presencia en determinadas instituciones. Nos distancia también la diversidad, pero no nos imposibilita que lleguemos a acuerdos. Hay cuestiones que Vox no quiere hacer, y nosotros las asumimos desde otras áreas.

Les separan también las políticas sobre el cambio climático.

El cambio climático, desde el punto de vista de la Capitalidad Verde Europea, por ejemplo, se ha asumido desde Alcaldía, y por tanto, es transversal. Luego hay que distinguir si se habla del cambio climático como «claim» (reclamo) o como gestión. Nuestra política de movilidad ha disminuido un doce por ciento la contaminación atmosférica en el centro de la ciudad. Somos el primer Gobierno que ha puesto cañones antiincendios en la Devesa y el único que pelea por la aportación hídrica a la que el Gobierno central se comprometió en la Albufera. Estamos celebrando los actos de la Capitalidad Verde, vamos a ganar cien mil metros cuadrados de zonas verdes, a plantar 2.000 árboles y completar todos los alcorques vacíos. Como gestión veo mucha más política de sostenibilidad ahora. Sinceramente, ¿qué queremos, políticas medioambientales de verdad o postureo?

Siempre ha reivindicado la figura de Rita Barberá y una de sus grandes apuestas fue la Copa América. ¿Cuál es la suya?

Culminar el antiguo cauce del río, hacer el parque de desembocadura, llevar el río a la fachada marítima y hacerlo bien. Es un proyecto emblemático. Además, peleo por acontecimientos deportivos de primer nivel que tienen que venir a la ciudad. ¿Quién va a discutirnos el liderazgo en «running» gracias a una apuesta del sector privado? Todos los eventos deportivos vinculados con el mar son como muy naturales. El hecho de que Joan Ribó y Ximo Puig perdieran la Copa América fue la gota que colmó el vaso. Se evidenciaba una falta de dinamismo, una falta de orgullo, de liderazgo, un pasotismo y desidia que se pagó mucho en las urnas. Se evidenció que Valencia pasaba a tercera regional con esta gente.

Uno de los sueños de Rita Barberá era la llegada de los cruceros, ¿cuál es su postura?

Valencia tiene que crecer de forma sostenible y el turismo tiene que ser de calidad. Lo último que quiero es que una persona se sienta extraña en su propia ciudad. La ampliación norte del Puerto contempla un periodo de obras dilatado en el tiempo y va a ser difícil que se presten los mismos servicios que ahora. El nombre técnico de los tipos de crucero que apoyamos son los que hacen «escala hub». Llegan a Valencia y consumen servicios de la ciudad. No es un «no» a los cruceros, es un «no» a las ciudades flotantes que solo están unas horas y no dejan beneficios.

Sorprendió la contundencia en establecer la moratoria a los apartamentos turísticos.

Llevo tiempo trabajando en esto muy preocupada porque los datos iban en ascenso de forma desproporcionada. Había que hacer un parón. Para mí el problema de la vivienda es real y dramático. No voy a asumir que una persona joven no pueda tener una vivienda. Y tampoco la conversión de algunos barrios donde deja de existir el vecindario tradicional. En 2018 el Gobierno de PSOE y Compromís autorizó los apartamentos turísticos en plantas bajas. Y de aquellos polvos, estos lodos. En un año he hecho 197 inspecciones, ellos hicieron 24. Además, he dictado 160 órdenes de cierre.

El ex presidente Francisco Camps quiere volver a política. ¿Lo incluiría en alguna alineación?

Desde luego nos vale mucho su experiencia y su conocimiento de la ciudad, pero hay personas que tienen ya un estatus político y hay que saber aprovechar esa posición. No tiene mucho sentido ni a nivel municipal ni autonómico.

Durante el último mes tanto desde la Generalitat como desde el Ayuntamiento de Valencia, se ha exigido al Ministerio de Transición Ecológica que envíe los aportes de agua a L’Albufera que marca el plan de cuenca. Que no haya hecho aún, ¿tiene más que ver con la mala gestión o con el menosprecio a Valencia?

Creo que hay varias cosas. Por lo que he comentado antes de la Capitalidad Verde, por lo que estoy peleando por el soterramiento de las vías de Serrería en Valencia, que es una inversión que supone 10 por ciento de lo que está invirtiendo actualmente en el área metropolitana de Barcelona en soterramiento. Es más o menos lo mismo de lo que está haciendo Adif en el barrio de Olabeaga, en Bilbao. En marzo me dijo el ministro Óscar Puente que pidiese una reunión y me han citado para el 27 de junio. Todos estos meses solo para la primera conversación, cuando el Ayuntamiento Valenciano está dispuesto a poner 10 millones de euros, a entrar en una financiación a tres partes... Sinceramente, mi sensación es muy negativa. Desde que soy alcaldesa no he visto poner al Gobierno de España ni un duro para esta ciudad. Estoy muy preocupada por cómo van las obras del túnel pasante, por las obras del Corredor Mediterráneo, y por las vías de Serrería porque es una obra fundamental para no tener una cicatriz en la ciudad. Lo que veo es que hay un desprecio de manual del PSOE hacia Valencia. Este Gobierno no es sensible y que tenemos que posicionar L’ Albufera en el centro de la política española de una vez por todas.

Óscar Puente y usted mantuvieron un rifirrafe en las redes sociales en los que le acusaba de eliminar carriles bici ¿Qué importancia la movilidad sostenible en su modelo de ciudad? ¿En la ciudad, cuál es la importancia que le quieres dar?

Ir en bici no de izquierdas y coger coche nos es de derechas. Este debe ser el punto de partida. Quien empezó a desarrollar toda la red de carril bici en Valencia fue el PP. También puso el Valenbisi y hemos hecho más en 10 meses en los carriles bici que en 8 años. Otra cosa es que el PP entiende que la bicicleta, como un medio de transporte personal, no tiene que tener privilegios respecto del peatón. Debe haber una convivencia pacífica. Los primeros son las personas con movilidad reducida o con un carrito y, luego, los peatones. Se trata de no imponer y respetar. Entre los carriles bici que hizo Rita y los que voy a hacer yo, nadie nos va a ganar. Nosotros hemos hecho una apuesta por el transporte público colectivo muy importante. Hemos recuperado las líneas al centro, han tenido un crecimiento del 27 por 100, que es un porcentaje superior a la media de crecimiento de la EMT del resto de Valencia, que es un 23 por ciento. Hay que dar opciones a todo el mundo. Evidentemente tendremos que reducir el uso del transporte privado en el centro de las ciudades pues estamos sometidos a una normativa de zonas de bajas emisiones. Tenemos que reducir la presencia de los coches, apostar por el vehículo eléctrico.

¿Qué conclusiones saca de los resultados de las Europeas?

Nuestro proyecto está muy fuerte en Valencia. Tener dos puntos por encima de la media nacionalidad que ha obtenido el PP es un respaldo importante para nosotros. Tenemos que seguir trabajando en todos los barrios, pero creo que Valencia ha demostrado que ha puesto pie en pared y le ha dicho a Pedro Sánchez que a los valencianos no nos tome por tontos. Para mí eso muy valioso.

¿Le preocupa el fenómeno Alvise?

Creo que está enmarcado en las elecciones europeas. En cualquier caso, a mí no me preocupa ningún fenómeno político, siempre y cuando el PP gane las elecciones.

¿Qué responsabilidad tienen los grandes partidos en el éxito de este tipo de opciones políticas?

Con el «sanchismo’» que no con el socialismo, la tradición democrática de este país en la que el PP y el PSOE teníamos interlocución, hablábamos y acordábamos, se rompió. Espero que el socialismo vuelva a salir a la luz después de la etapa «sanchista» y recuperemos esos puentes que nunca debieron dinamitarse. Eso es lo que va a parar la polarización en este país. Para mí el final de la etapa post «sanchista», después de los últimos acontecimientos, cada vez se ve más cerca, no por los resultados de las elecciones, sino porque, en fin, tiene una situación muy delicada. También tengo que decir que visto lo que pasa en el resto de Europa, el PP y PSOE están sirviendo de dique para evitar postulados mucho más radicales. Hay que poner en valor el trabajo que hacen partidos moderados en nuestro país que desde la transición y hasta la fecha, siguen sirviendo a este país como corresponde. Ahora, la etapa sanchista es una etapa muy oscura, en la que se amenaza al principal partido de la oposición de que o aceptas en el rodillo o yo hago una modificación unilateral del Consejo General del Poder Judicial. Es una etapa muy oscura en la que se ataca a los medios de comunicación, a la libertad de prensa, es una etapa muy oscura donde se dice lo más grave que se ha dicho en este país y los jueces que son “fachas con toga”. Cuanto antes pasemos del sanchismo a la normalidad y la democracia mejor.

¿Piensa que Pedro Sánchez aguantará la legislatura a cualquier precio?

Soy de las que piensa que Pedro Sánchez haría cualquier cosa a cualquier precio, en todos los ámbitos de su vida.

¿Y que de manera anticipada o dentro de tres años, Feijóo volverá a ser candidato del PP?

Estoy convencida de ello. Con Feijóo hemos ganado todas las elecciones, absolutamente todas. Hemos recuperado las principales capitales de provincia, tenemos prácticamente la mayoría de las comunidades autónomas, hemos ganado las europeas... La unidad es el gran valor y sensatez, el sentido común y el proyecto de Estado que representa el PP de que no se ha movido ni un milímetro donde hemos estado siempre. Es decir, que no sea el “fejoísmo”, como el sanchismo, sino que siga siendo el PP. Feijóo contribuye a que el PP siga siendo el PP de siempre, el PP que siempre ha estado en los mismos postulados, que no se cambia de chaqueta, que no vende España. Para mí es fundamental para defender que Feijóo será el mejor presidente del Gobierno que tendrá este país.

¿En qué afecta a los ciudadanos la ley de amnistía?

Es una discriminación absolutamente de libro. Para mí, que todas las personas tengan que cumplir con sus condenas y que a los amigos de Pedro Sánchez se les perdonen, es un ejercicio de desigualdad con la población absolutamente obsceno.

¿Se tomaría un café con Carles Puigdemont?

La alcaldesa de Valencia es de tomarse un café con cualquiera. No soy una persona que discrimine por ideas. Otra cosa es que el café durara 10 minutos y no hora y media. Mi interlocución con Puigdemont no llegaría a los 10 minutos de cortesía, pero la tendría.