Preysler, la hija pródiga vuelve a casa

Dice el refranero que «nadie es profeta en su tierra». Nadie, claro, excepto Isabel Preysler. La reina del glamour vuelve a su Manila natal para un evento promocional con Porcelanosa, la casa de la que es imagen desde hace décadas, y viajará acompañada de su hija Tamara Falcó y de Cayetano Rivera. «Ya han pasado casi cinco años desde su última visita, cuando acudió a la muestra del diseñador Inno Sotto», escriben en la edición filipina de «Inquirer». Preysler es una diva «superlativa»: la más elegante, la más guapa, la mejor vestida... «Es una mujer segura de su belleza, de su estilo y de su encanto. Mantiene una silueta envidiable, sobre todo después de tener cinco hijos», publican en los medios. Precisamente, es su vida sentimental una de las cuestiones que más atraen a los filipinos. De hecho, no dudan en equiparar la repercusión mediática de su matrimonio con Julio Iglesias con la relación de Brad Pitt y Angelina Jolie. «Eran los Brangelina de los 70 y triunfaban tanto en España como en América Latina». En Filipinas la consideran una diva exultante que sedujo a los españoles -nada más y nada menos que al cantante del momento, a un aristócrata y a un ministro- con sus maneras filipinas. «Aparte de su encanto y su feminidad, lo que la hace atractiva es su cualidad infantil (...) Tal belleza y personalidad han enamorado a todos, en particular a los medios de comunicación españoles». Y se vanaglorian de los apodos con los que se la conoce en nuestro país, como el de «Reina del Glamour» y «La Perla de Manila». Sus visitas nunca pasan inadvertidas para la Prensa local, entre otras cosas, porque Preysler ha sabido conciliar sus dos patrias y erigirse como una firme defensora de sus raíces. «Siempre quiero promover las Filipinas y ayudar a todo lo que pueda», comentó a la revista «Inquirer».