Sevilla

Mucho corazón por Enrique Miguel Rodríguez

Cayetana nunca tuvo dudas, pero Alfonso Díez pensó en tirar la toalla por la presión mediática

La madrina e íntima de la Duquesa, Carmen Tello, espectacular a su salida del Palacio de Dueñas
La madrina e íntima de la Duquesa, Carmen Tello, espectacular a su salida del Palacio de Dueñaslarazon

Les voy a contar cómo se puede vivir intensamente una boda sin asistir a la misma. Empecé a estar pendiente del matrimonio hace un año, y cuando anuncié en el programa «Espejo público» que la Duquesa se casaba en octubre del 2011, Susanna Griso no se lo creyó y se apostó una cena a que no llegaba al casamiento. Posteriormente, muchos aseguraban que se había casado en secreto, que se casaba en Navidad, que se casaba en un crucero en primavera. Más tarde, se montaron varias conspiraciones para abortar la relación. Pero Cayetana nunca tuvo dudas; Alfonso, a veces, pensó en tirar la toalla por la tremenda presión mediática que empezó a sentir al creer que así protegía a su novia. Cualquiera que conozca a la Duquesa sabe que no se le pone nada por delante cuando está segura de algo. Si tiene que luchar, lucha. Si tiene que negociar, negocia, pero el resultado final es siempre lo que ella tenía previsto. Por fin se casó y lo ha hecho en la ciudad que ama, Sevilla, en un día luminoso, con el calor y el cariño de mucha gente. Solo una espinita, la enfermedad de su hija Eugenia.

Primera cita oficial
Por lo demás, todo ha salido a su gusto: el novio elegante, la madrina, Carmen Tello, absolutamente elegantísima. Victorio y Lucchino han acertado en todo el diseño y la estética. Su hijo y heredero, el Duque de Huéscar, volvió a ser, por segunda vez, su padrino de boda. Se sintió la emoción de la todavía novia al ver entrar en la capilla a su prometido. Tan feliz estaba que al terminar la ceremonia religiosa, cuando los «Siempre así» le cantaron «Sevilla tiene un color especial», la Duquesa se puso a bailar con su marido, con Curro Romero y los hermanos Rivera. Hablar de comidas es un tanto ordinario y ya conocen el menú. Todo transcurrió como es habitual en Dueñas, a las cinco y media empezaron a retirarse los invitados.

El viaje de novios esperará hasta noviembre, pero la primera cita oficial de la pareja, como Duques de Alba, será el día 18 en el Alcázar de Sevilla, donde se presentará el libro «Yo, Cayetana», su autobiografía. Y como no hay amor sin un bolero, «que os vaya bonito». No será difícil, porque Cayetana, la Duquesa, la más grande, como vimos ayer en su boda, siempre será una feria.

Enrique Miguel Rodríguez