Toledo

Desarrollo rural por Antonio PÉREZ HENARES

Desarrollo rural, por Antonio PÉREZ HENARES
Desarrollo rural, por Antonio PÉREZ HENARESlarazon

En el Congreso Nacional celebrado en Toledo sobre Caza y Desarrollo Rural compartí mesa con algunos de los más importantes conservacionistas españoles. El clima es de creciente colaboración y de proyectos comunes. Cada vez los unos y los otros, alejados de extremismos, caminan por parecidas trochas. Las gentes de la ecología que trabajan sobre el terreno entienden muy bien la función de la caza y la respetan. Los que viven y predan por los despachos urbanos, más bien no.
Hubo debate, diferencias, puntos de acuerdo y líneas conjuntas de trabajo. O sea, lo que debería ser normal. Pero en esta ocasión, hubo algo más. Porque en multitud de ocasiones se ha demandado a la caza y se le ha exigido que exponga las razones de su necesidad en cuanto al desarrollo rural, la fijación de poblaciones y su contribución al progreso y la riqueza tanto de las especies animales como de los humanos que también son hijos del tierra, las criaturas.
Y resulta que eso la caza lo tiene más que demostrado. Y en estos tiempos de crisis y cuando se vuelven miradas donde no se tuvieron que quitar, al sector primario, a la agricultura, al campo, la cosa parece más que clara. La riqueza cinegética es un asidero importante y sostenible, por emplear el «palabro» más de moda.
Pero, ¿y la ecología? Podemos hacernos también esa pregunta. ¿Qué aporta, en qué contribuye el ecologismo al desarrollo rural? ¿Cuáles son los efectos positivos del conservacionismos sobre las poblaciones humanas que residen y cuidan el territorio? Les prometo que Guillermo Palomero (Fundación Oso Pardo) y Odile Rodríguez de la Fuerte tenían respuestas y hechos. Pero me temo que mucho ecologista asfáltico a lo mejor lo tenía que pensar.