Chicago

La defensa antimisiles el próximo gran proyecto de la OTAN

El sistema de defensa antimisiles de la OTAN, en el que España ha anunciado hoy su participación con la base naval de Rota, intenta que para 2018 la población de todos los países aliados esté protegida de un ataque con misiles.

La OTAN, que acordó lanzar el sistema en la cumbre de Lisboa del año pasado, cree que es algo necesario ya que en el mundo hay más de treinta países que ya disponen o están en proceso de dotarse de misiles balísticos, proyectiles que pueden llevar cabezas convencionales, nucleares, químicas o biológicas.

El sistema antimisiles que prepara la Alianza es en realidad un pequeño rompecabezas que combina varios componentes (terrestre, naval y aéreo) de varios orígenes, el primero de los cuales está compuesto por las capacidades terrestres que EEUU está desarrollando en varios países europeos y que cederá a la Alianza.

Estas capacidades incluyen un radar en Turquía y misiles interceptores de medio alcance en Polonia y Rumanía, países que han firmado ya acuerdos bilaterales con Washington, mientras que se esperan más pactos en un futuro próximo con otros Estados.

El componente naval está formado por radares y sistemas de interceptación basados en buques -como los equipados con sistemas de defensa aérea "Aegis"que EEUU ya ha puesto a disposición del proyecto-.

Además, la OTAN está en proceso de adaptar al conjunto de la Alianza la actual defensa antimisiles táctica, ideada para proteger a las tropas desplegadas en misiones contra ataques con misiles de corto y medio alcance y que estará plenamente en marcha para 2018.

Este sistema, denominado técnicamente "multicapa"(ALTBMD), prevé una red de elementos móviles, básicamente radares y misiles de corto y mediano alcance.

Al mismo tiempo, otros socios de la Alianza aportarían capacidades nacionales, desde buques con sistemas de defensa antiaérea hasta radares o misiles interceptores -como los Patriot-.

El objetivo de la Alianza es que para la próxima primavera pueda haber ya una capacidad provisional de defensa antimisiles, que recibiría el visto bueno de la cumbre que la OTAN celebrará en mayo de 2012 en Chicago (EEUU).

Pero la protección completa de los 900 millones de ciudadanos de los países aliados frente a un ataque con misiles no estaría completada hasta aproximadamente 2018, según confió hoy Rasmussen en una rueda de prensa.

El calendario actual incluye un despliegue casi inmediato de buques en el Mediterráneo oriental, y para 2015 se prevé la entrada en funcionamiento de los misiles interceptores basados en Rumanía, y posteriormente se sumarían los basados en Polonia (2018), según indicaron hoy a Efe fuentes de la Alianza.

La OTAN espera que el programa que conectará los dispositivos de varios países sea capaz de funcionar para la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de mayo del año próximo en Chicago.

También para esa cumbre, la Alianza espera lograr un acuerdo para la cooperación en este ámbito con Rusia, que hasta ahora ha manifestado desconfianza ante el temor de que la OTAN intente limitar su disuasión nuclear.

Rusia planteó poner en marcha un sistema conjunto, pero la OTAN lo rechazó rápidamente, ya que no quería que la seguridad de sus miembros pudiera depender de países no miembros de la organización.

En cuanto al coste, la OTAN asegura que para los países aliados el coste será de 200 millones de dólares a repartir entre los 28 miembros y durante diez años.