Alerta antimusulmana en Alemania

BERLÍN- El caso del consejero del Bundesbank, Thilo Sarrazin, cuya destitución, solicitada por el resto de sus compañeros en la cúpula del banco germano, está pendiente de la decisión presidencial, ha puesto de manifiesto la gran brecha abierta entre los ciudadanos y sus representantes políticos en materia de inmigración.
El autor del libro «Alemania se descompone», en el que dibuja el posible escenario de una Alemania islamizada en el lapso de las próximas décadas, no parece dispuesto a sucumbir sin lucha.
De momento, ha pedido una entrevista con el presidente de la República alemana, Christian Wulff, y prepara su defensa con un equipo de abogados constitucionalistas. «La opinión de los letrados es que mi destitución atentaría al principio de libertad de expresión. El presidente debería sopesar si quiere concluir un proceso político que posteriormente será anulado por los tribunales», advertía ayer seguro de sí mismo Thilo Sarrazin.
El tildado de «consejero racista», cuya cabeza piden todos los partidos políticos alemanes, empezando por el suyo: el socialdemócrata, está jugando con maestría la baza que le da el gran apoyo social de una población que lleva la acusación de racismo como un estigma.
De ahí, que en todos los foros públicos Sarrazin afirme no arrepentirse de una sola de sus ideas y se muestre satisfecho por haber abierto un amplio debate sobre la integración de los ciudadanos extranjeros.
Incluso la propia responsable de la oficina de Integración del Gobierno de Angela Merkel, la secretaria de Estado, Maria Böhmer, ha reconocido los problemas que existen a la hora de explicar a la ciudadanía la política de inmigración. «Me preocupa el abismo entre la población y la política», admite Böhmer, quien reconoce «la reacción pública a Sarrazin demuestra que debemos hablar con mayor claridad sobre los éxitos y fracasos de la política de integración» en el país germano.
Mientras tanto, su libro se ha convertido en un éxito de ventas. En una semana ha agotado la primera edición de 250.000 ejemplares. Pero su mayor éxito es el apoyo sin ambages del influyente diario «Bild», el mayor de Europa con una tirada de mas de 3 millones de ejemplares diarios, que abre su portada con frases del libro, como «demasiados jóvenes extranjeros son criminales» o «no quiero disculparme por ser alemán». En la calle, las encuestas reflejan un apoyo popular creciente a sus tesis en torno a la creciente penetración musulmana, sobre todo entre los sectores de población de más bajos ingresos.