El órdago de los coches oficiales

El Consistorio madrileño tiene una flota actual de 134 coches oficiales. Cada uno de los 57 concejales que forman la Corporación tiene derecho a uno, pero hay quien renuncia a ellos en un acto de austeridad. Es el caso del grupo político liderado por Rosa Díez, UPyD, que se apresuró a renunciar a sus coches oficiales, dando así cumplimiento a su compromiso electoral, y a anunciar que presentarán un paquete de medidas para ahorrar en «gastos superfluos» y así poder presentar «un paquete de austeridad» al nuevo Ejecutivo local. Dentro de ese paquete estará incluida la propuesta de renunciar a los coches oficiales que cada edil madrileño tiene a su disposición, una decisión que se adoptará «en cualquier caso», incluso si el paquete no es aprobado por el Gobierno de la capital.

Con esas declaraciones la «marea magenta» abrió el debate sobre los vehículos oficiales, mientras los demás curtidos partidos tomaban una postura más cauta ante esa decisión. No obstante, el líder socialista, Tomás Gómez, se adelantó para recordar a UPyD que los concejales del Ayuntamiento de Madrid disponen de este servicio por cuestiones de «seguridad», debido a «una amenaza de ETA que hubo hace años». De la misma forma, aseguró que los socialistas son «respetuosos» con estos asuntos y concluyó que «no conviene trasladarlos al debate público». «Convertir los asuntos de seguridad en un debate público o en un circo es peligroso y tiene un punto de demagogia», recalcó. Sin embargo, el partido magenta rectificó pronto sus propias declaraciones ya que David Ortega, portavoz del grupo, precisó que su partido sí necesitará uno o dos coches oficiales para su actividad diaria. Mientras, ni PP ni IU se pronunciaron al respecto y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón concluyó que «habrá tiempo de tratarlo» y remitió a la reunión convocada para el viernes.