Buenos Aires
María Lavalle: «Me siento extranjera en todas partes»
Con firma propiaProfesión: cantante. Nació: en Buenos Aires. No dice nunca su edad ni lo que pesa. Por qué está aquí: presenta el 18 de este mes en el teatro Calderón (Madrid) su disco «María Lavalle canta a Georges Brassens».
–«María Lavalle canta a Georges Brassens». La veo en la portada del disco fumando en pipa...
–Es en homenaje a Brassens, que fumaba sin parar. Me voy a aficionar. Te lo pasas pipa.
–El 22 de este mes, Brassens habría cumplido 90 años. ¿Tiene pensado que será a los 90?
–Me gustaría ser Brassens en cuerpo y alma. Disfrutar del sol y del vino.
–¿Se casaría a los 85, como la Duquesa de Alba?
–No, absolutamente no. Ya me casé. No son edades para casarse.
–Juguemos con los títulos de sus canciones. «Canción para el auvernés». Canción para el extranjero.
–Yo me siento extranjera en todas partes. Es fantástico: puedes irte de todos los sitios sin mucho pesar.
-«La mala reputación». No me diga que prefiere una buena...
–Sí, la prefiero, pero todos hemos hecho cosas como para merecer una mala reputación.
–«Saturno». El dios devoraba a sus hijos por temor a ser destronado por ellos. ¿Quién nos devora hoy?
–Los especuladores, el mercado. Tener importa más que ser.
– «Una bonita flor». ¿Flores o diamantes?
–Entre las flores, un detalle de bisutería fina.
– «Pobre Martín». Dicen que vamos a ser más pobres...
–Puedo prescindir de cosas. Podría prescindir del pan, menos del champán.
– «Verlaine». Después de disparar a su amante, Rimbaud, Verlaine se refugió en la fe católica. ¿Dónde se refugiaría usted?
–En mis afectos y en la belleza. Ése es mi templo.
–«Mi soledad». Yves Saint Laurent dijo que su idea de la felicidad era una cama grande llena de gente...
–No, no es ésa mi idea de la felicidad. La soledad es una dulcísima compañera. Yo necesito estar sola muy a menudo.
–«Puesto que tú te vas de viaje». ¿Qué tal se le da decir adiós?
–Digo adiós cuando me asfixio y procuro hacerlo dulcemente, pero es difícil despedirse sin hacer daño: siempre hay alguien que sufre.
–«En el bosque de mi corazón». ¿En su bosque sigue estando Bambi?
–No, está «Tintín» con su perrito Malú. Soy chica de liceo francés. Mi perro se llama «Contino», como mi vino preferido.
–Claro, ponerle Dom Perignon habría sido excesivo en estos tiempos...
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