Presidencia del Gobierno

Rubaltero

La Razón
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El zapaterismo ha dejado en el PSOE una innegable tendencia al doble juego, a subir y bajar al mismo tiempo, a decir y desdecir en un mismo discurso. Una de las muchas cosas por las que el todavía presidente en funciones pasará a la historia es por haber inventado los partidos en los que el equipo visitante se sienta en la grada para ver cómo los locales chutan y después se paran a sí mismos el balón para evitar, no siempre con éxito, que éste entre en su propia meta.

El ejercicio requiere en quienes lo practican, además de un temperamento hipotenso, un rostro granítico con el que explicar llegado el caso que «arre» y «so» significan la misma cosa, y durante años el Partido Socialista en general y el gobierno en particular han sido cinturón negro en esta materia.

El problema es que los tiempos en los que el PSOE gozaba de una credibilidad casi infinita han pasado a mejor vida; por eso resulta extraño que Rubalcaba y su nuevo PSOE social insistan en el manido gag de hacer como que van y vienen en un mismo viaje.

La imagen del candidato dejando caer que nos estamos pasando de frenada con el ahorro y la de Chaves matizándole poco después para que parezca que lo dicho es eso mismo y su contrario es tan de la era Zapatero que a nadie le extrañaría que en cualquier momento el nuevo líder se arrancase a hablar del viento como propietario de la tierra y de la supervisión de nubes como negocio de futuro mientras nos intenta convencer de que él no es él sino otro. De locos, oigan.