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La Princesa un valor en alza por Carmen Enríquez

La Princesa un valor en alza por Carmen Enríquez
La Princesa un valor en alza por Carmen Enríquezlarazon

No hay duda, la Princesa Letizia está de moda. Y para satisfacción de la cónyuge del Heredero de la Corona española, esta vez no es porque vista con más o menos elegancia, ni por llevar un peinado que la favorezca más o menos, ni tampoco porque haya desterrado o no los altísimos zapatos de plataforma que ha usado durante las temporadas anteriores.

La Princesa brilla con luz propia, pero por un motivo que le va a llenar de satisfacción. Los cronistas de aquí y de fuera acercan su lupa a ella y se basan para elogiarla en cómo desempeña su trabajo, la discreción y eficacia con la que actúa, la seriedad y responsabilidad con la que prepara y asume su labor, su falta de ostentación en los actos oficiales que protagoniza en solitario o su saber estar cuando actúa de acompañante de su marido.

La Princesa se ha quejado muchas veces de que la mayoría de los medios de comunicación no valoraba su labor cuando asistía a un acto oficial o iba de viaje de trabajo con el Príncipe a un país extranjero. Lo que se destacaba en los periódicos, revistas y programas de televisión del viaje era una imagen suya con un velo sobre la cabeza o el llevar los pies descalzos por respeto a las costumbres del lugar. Eso le ha frustrado siempre. Por tanto, el que ahora se esté valorando el desempeño correcto de sus funciones de Princesa seguro que compensa su disgusto anterior.

La más monárquica y elitista revista existente, que dedica sus páginas a la aristocracia y a los exclusivos miembros del Gotha, «Point de Vue», atribuye a la Princesa española esta semana nada más y nada menos que la alta misión de rescatar a la Casa Real española en unos momentos de tribulación y dificultad como los actuales. Una apreciación quizá un poco exagerada, pero la verdad es que muchos medios coinciden en señalar que los Príncipes de Asturias son ahora la gran esperanza de futuro. Por su comportamiento impecable y su demostración de que la única panacea para contrarrestar los comportamientos poco ejemplares de algunos es seguir trabajando con seriedad y marcar así distancia con los que han puesto en un brete a la Familia Real.

Uno de los actos que la Princesa ha presidido esta última semana ha sido una reunión de trabajo con los responsables de la Federación Española de Enfermedades Raras, una causa que Doña Letizia apadrina desde hace años y en la que muestra su sensibilidad ante un problema que afecta a tres millones de familias en España. La actitud solidaria y el interés que muestra a los allegados de los enfermos causa admiración y llega al corazón de todos ellos.

El que resiste, gana. Y eso es lo que ha hecho la Princesa, resistir a las críticas, la mayoría de ellas injustas, aguantar las falsedades, por mucho que la molestaran, y soportar, con buena cara y paciencia, las mentiras que se le atribuían. Al final, empieza a recoger los frutos de su buen hacer, de su trabajo serio y responsable. Es, sin lugar a dudas, un valor en alza.

 Carmen Enríquez