España
Cae Ivo «el búlgaro»
Cae Ivo «el búlgaro», el rey de los clanes que controlaban la noche madrileña, junto a 26 de sus hombres. La Policía le sorprendió mientras dormía en su vivienda de Las Rozas, tras años pisándole los talones
MADRID- Solía decir que iba a acabar en la cárcel aunque lo decía con la boca pequeña. Creía que lo tenía todo bien amarrado y, en realidad, así era. Pero como suele ocurrir con los grandes capos, el delito más nimio acaba por delatar todo lo que durante muchos años estuvo bien escondido. Muchos agentes ya hacen apuestas acerca de que Benjamín Rafi, más conocido en el mundo del hampa como Ivo «el búlgaro», estará en la calle en próximo lunes y que será complicado demostrar los delitos que se le imputan pero, de momento, ayer ya durmió en dependencias policiales tras ser arrestado a las seis de la madrugada en su casa de Las Rozas. «Sabe lo que hace, ahora ha bajado el ritmo y no creo que sea fácil pillarle en algo turbio», señalaba ayer un agente que le conoce bien.
Y es que Ivo ya ha alcanzado un estatus en el que él ya no es quien se «pringa», algo que le ha costado muchos años de quebraderos de cabeza y la pérdida de algún amigo que trabajaba para él. Nació hace casi 35 años en Balchik (Bulgaria) pero lleva más de 15 en España. Hace una década, cuando cayeron «los Turcos», él y los suyos pasaron a controlar la noche madrileña, con todo lo que eso conlleva: monopolio de venta de droga, extorsiones a empresarios de discotecas, palizas por encargo a quien hacía competencia «desleal», etc. «Te lo puedes tomar más o menos en serio, el mundo de la noche puede abarcar muchos campos, destacaban ayer fuentes de la investigación. Y él parece que quiso tocar todos los palos».
Negocios «legales»
Oficialmente tiene tres empresas de seguridad –Apolo Cheking es la más importante– y sus empleados controlan el acceso a gran parte de los garitos de moda de la capital. En «petit comité» siempre perjura que ése y sólo ése es su modo de vida y puede que es a lo que se dedicara los últimos dos años, porque la muerte «Cata», uno de los suyos, a manos del principal clan rival, «los Miami», y la presencia en su boda de agentes infiltrados le hizo replantearse su tren de vida.
Ivo nunca aparentó ser el amo de la noche madrileña. No era ostentoso ni se permitía lujos que llamaran la atención. Ni siquiera tiene aspecto del típico portero mafioso (no llega al metro setenta y es un hombre aparentemente sosegado) pero la Policía le acusa de ser mucho más que un empresario acomodado. Él y 26 de «sus hombres» que, por el momento han sido detenidos están acusados de conspiración para el asesinato, tráfico de estupefacientes, asociación ilícita, blanqueo de capitales y otros delitos.
El titular del juzgado número 32 de Madrid, Santiago Torres, coordinó ayer las detenciones tras una ardua investigación dirigida por la UDEV Central de Madrid. El que en los últimos meses era su principal competencia, conocido como «el Valenciano», se frotaba ayer las manos tras conocer la detención de Ivo. Si es verdad que los búlgaros caen, ya les han recogido el testigo.
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