«15 años luchando por un puesto»

Madrid- El capitán es la quinta esencia del universo madridista de Florentino Pérez, tras la llegada de Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema y el otro fichaje ilusionante que la afición espera. Raúl tiene asumido ese papel, como lo hizo con la llegada de Beckham, Ronaldo, Zidane o Figo y, una vez más, lo está demostrando siendo el perfecto anfitrión para el portugués. No obstante, una temporada más, comienza el curso negando que haya gozado de una posición de privilegio, ni la espera ni la exije. «Llevo quince años luchando por un puesto», expresó ayer en la primera jornada de trabajo de los de Pellegrini en tierras irlandesas (Maynooth). «Cada temporada hay que luchar, pero cuanto mejores compañeros y más calidad tenga el equipo, más te vas a esforzar y va a hacer que tu rendimiento mejore», expresó el «7». A día de hoy, asegura que no ha pensado si va a tener un papel más o menos secundario: «El único rol que tengo es ser jugador y es lo que voy a intentar hacer en las mejores condiciones, que juegue o no dependerá del entrenador». De hecho, Raúl no escatimó elogios a los recientemente fichados y, es más, se atrevió a desear la llegada de otros. Con nombres y apellidos. «Me gustaría que viniese Xabi Alonso porque es un gran jugador. Y Frank Ribery es un grandísimo jugador. Unos pueden venir, otros se pueden marchar. Cada verano lo vivimos. Si Ribery viene, estaremos encantados de que forme parte de este grupo. Si llegan otros, los acogeremos igual, pero Ribery es uno de los más deseados, sería bienvenido», reconoció. En cuanto a los nuevos, Raúl reivindicó la «trascendencia» de cada uno de ellos pese a no ser tan mediáticos, como Albiol o Garay. Un aparte para Cristiano y Kaká, porque son de los «más desequilibrantes del mundo». Y de Benzema comentó que tiene «ya presente, pero le espera un futuro muy grande con 21 años». Quizá al portugués es al que más protege (bromea con él durante los entrenamientos y le explica todo) por el lastre de lo costoso de su fichaje. «La cifra que se ha pagado es la que hay en el mercado por jugadores únicos como Cristiano», defendió. «Es un chico superagradable y muy trabajador. Está muy integrado y se le ve contento y feliz. Mediáticamente, cualquier gesto suyo tiene mucha importancia, pero él es mucho más normal de lo que la gente cree».