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La Razón
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Mourinho no admite que los medios informativos le creen problemas con pronósticos sobre alineaciones. Subió de valor Higuaín en Liga y ayer jugó Benzema. Los dilemas los resuelve el técnico madridista a su manera, sorprendiendo a quienes especulan sobre sus decisiones.
No se puede afirmar que tenga grandes preferencias por ambos. No están en su santoral. Y eso que los dos resuelven los partidos con goles cada vez que actúan. Tras la tripleta de goles de Higuaín ayer le tocó intervenir a Benzema y éste, para alimentar más la polémica empezó por marcar un gol. El dilema de Mourinho, lejos de ser problema, es gran fortuna porque le permite alternarlos y que entre ellos haya competencia goleadora. También puede existir controversia con Özil y Kaká. Ayer fue titular el alemán y el brasileño, su recambio.
En el Madrid hay mucha prevención cada vez que el adversario es el Olympique de Lyon. En la pasada temporada se rompió el gafe de las campañas anteriores y, sin embargo, se le tiene respeto. El equipo francés, en lugar de respeto, exhibió casi pánico. Se dejó encerrar en su terreno desde el principio y aunque aguantó tiempo sin encajar un gol, al Madrid le bastaba la paciencia. Cuando se domina tanto, solamente un descuido, un contragolpe inesperado, puede complicar el encuentro. El equipo francés no es el de campañas anteriores. No tiene potencial para eliminar al Madrid como hizo en una ocasión. Anoche no se podía marchar sin ser goleado. Sus centrales fueron pan comido para los atacantes madridistas, líderes en puntos y goles.