Paquirrín cambia su patrón de mujer con Jessica

Cuánto celo social, rencilla y rifirrafe de poca monta. Se encrespan por cualquier cosa, como demuestran las seis madamas que, con Cary Lapique de guía turística, pasan este largo «puente» en el balneario Sha de Alicante, que tan bien promociona Beatriz de Orleans.

Nuria González se ha incorporado al grupito ansioso de rehabilitarse en un lugar donde ofrecen tratamientos completos, así de pimpante está Nati Abascal a sus 70 años. Es una de sus visitantes más frecuentes, una invitada de excepción que hace méritos a las casi milagrosas curas rejuvenecedoras del centro.

El caso es que no es tiempo de grandes escapadas y la última que hicieron en pandilla hizo relamer sus heridas y temblar sus bolsillos. De hecho, tuvieron que indemnizarlas con cuatro días en Venecia a fin de hacerles olvidar los horrores y casi penurias padecidas el pasado noviembre, cuando fueron en pos del exotismo inagotable del país asiático. Fue excesivo para sus cuerpos. Lo del Sha ofrece precios asequibles –y más yendo en grupo– y bienestar asegurado además de una total relajación.

Una tranquilidad impensable en esos dos gallos de pelea que son el riquísimo Julio Ayesa y un Tomás Terry económicamente venido a menos. El navarro trina con su ímpetu habitual ante lo que considera usurpación. Según su versión, lo publicado en «¡Hola!» chirría porque no se ajusta a lo que pasó en realidad: «Tomasito mantiene que fue él quien presentó a Julio Iglesias a la Preysler y eso es mentira.

Fui yo, y bien lo reconoce Julio en el libro biográfico ‘‘Entre el cielo y el infierno'', escrito por Tico Medina. Recuerdo que fui a recoger a Isabel a casa de sus tíos, en la Castellana, y luego pasamos a por Julio. Así se conocieron y no como dice Terry. ¿Dónde se ha visto a nuestra edad cambiarse ‘‘cursilonamente'' hasta seis veces de traje para hacer un reportaje? Y lo mismo su hijo, es lo nunca visto».

Genio, furia y figura de quien es la lealtad hecha hombre.
Mientras, ya agrían el prólogo casamentero de Paquirrín y Jessica Bueno. Un romance con sello de urgencia hasta por el inesperado embarazo, puesto que fue el «pequeño del alma» de Isabel Pantoja quien confesó hace días que no se sentía «responsable para ser padre». Me dice una experta en moda nupcial que no será fácil vestir a esta futura señora Rivera: «Tratándose de enero, habrá que cubrirla para el frío; ya estará de cinco meses y es muy ancha de cintura para abajo. Un faenón».

De la ya comprometida –que no es ordinaria como Techi y alguna otra ex de Kiko–, me cuentan historias con su novio anterior, también posicionado, y sobre sus ansias de colocarse bien en un futuro sin problemas. El caso es que hace que Francisco siente la cabeza y eso está bien. Pero que se prepare.