El «Kun» gana

El guión de la película estaba escrito. Para que llegara a la secuencia final sólo era necesario vestir la estancia y dotar de adecuados papeles a los protagonistas. El Real Madrid era el generoso protector que salvaba de la miseria al pobre, el Atlético; y «Kun» Agüero era, al fin, el héroe. Los dineros del rico ponían paz y al final, todos contentos. Todos menos los ilusos socios y seguidores del Atlético de Madrid que habían tenido la esperanza de que el héroe tomara partido por ellos.
A la venta del jugador argentino, aspirante a emular a Messi en la Copa América, le falta el maquillaje. El Real Madrid ha interpretado su papel con habilidad. Ha convenido con el «Kun» antes de que suba en bolsa en América. Volcarse en la conquista del muchacho era labor que, como es costumbre, corresponde a buenos hacedores. El club no tiene que dar la cara públicamente. Le basta con aguardar a que el fruto madure o comience a pudrirse. O antes de que tal suceda, el dueño del albercoque lo venda para perder menos. Siempre es mal negocio quedarse con la cosecha en el árbol.
El Atlético, sometido al marcaje a lo Mangriñán, (fue el único defensor capaz de secar a Di Stéfano), con la presión del contrario encima, tiene que acabar por ceder, por aceptar que el jugador se vaya al Real Madrid. Se consideraría menos doloroso el tránsito si su gran estrella se marchara a la Juventus de Turín, club del que se dice que aún puja por hacerse con sus servicios. Al Atlético le queda aceptar la derrota, pero con el máximo turrón posible.
Posdata. La Liga española, más escocesa todavía.