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Guti quiere volver con Noelia López

Mientras su ex novia aseguraba durante la noche multitudinaria y con más aire verbenero que da promoción a la moda que «no volveré con Guti»,el futbolista se me confesó –o desahogó– en otra noche, la de Estambul.

Guti quiere volver con Noelia López
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 Lo encontré en el local Reina, lo más a nivel de diversión, donde antaño triunfó Güiza. El ex madridista, tan injustamente despedido, aún se relame las heridas: algo más gordo, con look de barba abundante y gafas «para ver» parecía recién importado de la californiana universidad de Berkeley.

Guti es amable, y hasta afable, lo arranqué de la mesa que compartía con tres amigos en los que destacaba una morena casi hurí, a fin de cuentas, estábamos en lo que es frontera, puerta y puente entre Europa y Asia. «Deseo volver con Noelia. La necesito y la echo en falta», me confesó el futbolista, que vive en la parte más chic de Estambul –próxima al Hotel Hilton y al panorámico Swiss–. Lo vi alicaído, casi nostálgico y con ganas de retornar pese a ser allí una estrella. «Echo mucho de menos a mis hijos», dijo mientras lanzaba un suspiro que cayó sobre el estrecho de Bósforo.

Estambul es el tipismo mezclado con lo snob. Sobre estas cualidades, la glamourosa colección Mango desfiló estos días mientras Isak Andic proclama sus orígenes. El empresario nació en la ciudad turca, que glorifica su estirpe familiar –tradicionalmente ligada a lo textil– y no duda en acentuar que su madre «pasa por aquí todos los veranos, aunque resida en Barcelona». Varios compromisos internacionales evitaron que el empresario presenciase el impacto de su rica, exuberante y bien hecha colección, que Kate Moss promocionará por el mundo. Scarlett Johansson ya es historia en la marca.

«Ella misma reconoció que en Madrid, durante su presentación en el hotel Santo Mauro, no dio la talla. Luego se arrepintió y posó más intensamente en otras citas europeas, para enmendar su error español», me aseguran.

Cuatro cruceros diarios cargados de españoles ávidos de turismo y compras invaden el Gran Bazar de la ciudad y sus 2.000 tiendas perfectamente estructuradas. Mientras unos se limitan al souvenir imprescindible, los enterados adquieren magníficas prendas en cachemir solo o combinado con seda. Paloma Barrientos hizo acopio, como otras, de réplicas de bolsos, zapatos y relojes en copias casi auténticas. Las tiendas Abercrombie son lo último en el mercado y prevéen abrir en noviembre cuatro en España (en Madrid, Barcelona, Bilbao y, posiblemente, Valencia). Vienen a por todas tras haber sido arrasada su tienda buque insignia en la Quinta Avenida neoyorquina.