Murcia

Correas de transmisión

La Razón
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Tres eran tres las hijas de Elena, y nueve las manifestaciones de UGT y CCOO contra el Ejecutivo regional. Protestan por el recorte de 37,5 euros, pero no por el «pensionazo», los recortes salariales aún mayores y el desempleo de seis millones de españoles. Los sindicatos de clase han vuelto al engranaje de la transmisión política, como antaño, eso que se dio en llamar «correas de transmisión». Ayer mismo, los principales líderes sindicales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente, aterrizaban en Murcia para encabezar las protestas (nueve como decíamos al principio de este artículo) para dar un espaldarazo a lo que sus respectivos partidos no pueden llegar. Toxo y Méndez se fotografiaban bien recientemente con Zapatero tras la firma del acuerdo sobre el «pensionazo». Eso sí, en esa ocasión no hubo manifestaciones, sino parabienes, palmaditas en la espalda, sonrisitas y luego un buen tapeo. Ya dije al comienzo de las manifestaciones y de los ataques a la familia Valcárcel, dirigentes del PP agredidos junto a la Cámara de Comercio y el atentado al consejero de Cultura, que todo esto era un ensayo, que Murcia se había convertido en el laboratorio donde poner en marcha las políticas de acoso y derribo del PP. Todo por 37,5 euros. A un servidor le han recortado hasta 400 euros, y aquí seguimos, la situación lo demanda y, sobre todo, lo precisan los seis millones de parados de toda España. Obras son amores, no buenas razones. Pero para los funcionarios eso es sencillamente inaceptable. El ejemplo parece no ir con ellos, digo algunos, los sindicalistas, los liberados, porque la gran mayoría de los funcionarios murcianos están por la aceptación de la paz social, por los 37,5 euros. Ayer Toxo y Méndez escenificaron el laboratorio de Murcia, donde se ensaya y se continuará ensayando el fin del mundo. Señores de los sindicatos, den ejemplo.