El oficio de Emili Teixidor

Hay dos tipos de escritores. Por un lado están los que se construyen un personaje y una identidad a base de una vida social ciertamente curiosa, más preocupados por los cócteles que por repasar las páginas que le retocó su «negro». En el otro lado están los que trabajan y encima lo hacen bien. Cuando estos últimos publican un libro se convierte en una fiesta para el lector porque sabe que tiene en las manos un producto de calidad y que no le han tomado el pelo en la librería.

Emili Teixidor está en este segundo apartado. Su buen oficio ahora queda recompensado con la archipremiada adaptación cinematográfica de «Pa negre» de Agustí Villaronga. Pero en Teixidor hay mucho más, especialmente un escritor brillante que ha hecho mucho por divulgar la buena literatura entre el público que se acerca por primera vez a un libro.

Entre toda su producción, como lector , me quedo con «Pa negre». Pero no me puedo olvidar de «Laura sants», su sentido homenaje a la novela más conocida de Miquel Llor, uno de esos escritores maravillosos que los escolares tienen atravesados por ser de lectura obligatoria en clase.

Ojalá que el nombre de Teixidor suene en el Kodak Theatre de Hollywood. Los homenajes al buen oficio de un escritor son necesarios.