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La oposición censura que Mas sólo ofrezca pesimismo
El PP le insta a recuperar el diálogo con el nuevo Gobierno
BARCELONA– Igual que Nicolas Sarkozy, Angela Merkel o el presidente italiano, Giorgio Napolitano, en su mensaje de Fin de Año, Artur Mas también reclamó más sacrificios a los ciudadanos para encarar un 2012, si cabe, todavía más difícil económicamente. Aunque el número de parados ha aumentado en 72.000 personas en Cataluña y el panorama no invita a lanzar confeti, los grupos de la oposición esperaban un discurso algo más optimista. A ninguno le convenció el parlamento del president de la Generalitat, dedicado, en gran parte, a justificar los recortes sociales.
Sólo ERC, que desde que cambió su cúpula hace esfuerzos por entenderse con CiU, apoyó a Mas en su periplo para demandar el pacto fiscal, la meta a la que se aferra el president para generar ilusión a corto plazo.
El resto fue crítico. Para el portavoz del PSC, Jaume Collboni, el discurso de Mas confirma que el gobierno de CiU no tiene un proyecto de país a medio y largo plazo más allá de ofrecer «más recortes, más sacrificio y más pesimismo». Collboni instó al president a hablar más de reformas, porque agarrándose sólo a los recortes confirma que las políticas de CiU y las de Mariano Rajoy son «dos caras de la misma moneda».
El portavoz del PP, Enric Millo, además de «pesimista», encontró que el discurso de Mas no aportó nada nuevo ni ayudó a generar confianza. Millo echó en cara al president su obstinación por explicar que «los catalanes siempre hacen las cosas bien» y que «los culpables de nuestros males son los de fuera –España y Europa–».
Millo instó a Mas a «cambiar de chip» respecto a las relaciones entre Cataluña y España porque ahora lo que hace falta es una actitud constructiva, recuperar el diálogo entre ambos gobiernos y no apuntar hacia Madrid como el culpable de todos los males de Cataluña. El portavoz del PP lamentó que en su parlamento, el president de la Generalitat impusiera condiciones e incluso utilizara un tono amenazador hacia el Gobierno para conseguir su objetivo: el pacto fiscal.
«Expolio fiscal»
Entre tanta crítica y reproche, Mas recibió una felicitación, aunque viniendo de ICV lo de felicitación era una ironía. La portavoz de los ecosocialistas, Laia Ortiz, reconoció que el discurso del president podría ser el del mejor alumno de Sarkozy y Merkel porque lo fía todo a los recortes y no ofrece esperanzas.
ERC fue el único grupo que optó por no amargar la entrada al nuevo año a Mas. La número dos de ERC, Marta Rovira, animó al president de la Generalitat a defender el «concierto económico» para «poner fin a la situación de expolio fiscal».
Si bien CiU reclamó al PSC que asuma un papel determinante para lograr el pacto fiscal, los socialistas pidieron que se exponga una fórmula que incluya a la mayoría. Porque el PSC no se sumará si se plantea como una paso hacia una transición nacional «que no sabemos hacia dónde nos conduce», advirtió Collboni.
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