En crisis

Mentiría si dijese que no salgo de mi asombro, pues conocí a Zapatero antes de ser presidente en condiciones que me dejaron clara su vacuidad. Antes a Elena Salgado, pues ambos acabamos la carrera de Ingeniería Industrial a la vez, aunque fue repetidora y luego obtuvo el título de economista por una peculiar disposición transitoria de convalidaciones. Veo la fosa en la que ZP ha sumergido al país y no sólo económicamente, aunque también comparto las ideas sobre Europa de Timothy Garton. Había de aprobarse el plan de ajuste si no queríamos ver aún más dañada la imagen de España. El PSOE ha de continuar en el gobierno hasta que se hayan tomado el resto de medidas que es inevitable tomar, reformas laboral, energética y de reordenación y reducción de las estructuras del Estado y resto de administraciones públicas. Otra cosa es que el partido, de acuerdo con la mayoría del arco parlamentario, sustituyese a ZP por alguien con mayor peso y credibilidad para inspirar confianza y solucionar los problemas. El nivel que mostró Felipe González en su entrevista en CNN+ no lo huele ZP ni de lejos. Éste podría quedarse en escolta de Sonsoles Espinosa en los conciertos que le resten por cantar. Y con ello voy a la música.¿Es justo congelar pensiones por valor de 1.500 millones cuando hay medidas más inocuas para reunir dicha suma? ¿Por qué el Inaem subvenciona a todos los teatros de ópera para que luego programen cuatro o cinco «Salomés» diferentes? Subvenciónense producciones y que los teatros se las repartan según sus conveniencias, pero basta de tirar el dinero. Y así mil acciones más, que conocen altos funcionarios de sueldo mermado y de las que les hablaré. Por ejemplo, de lo que un director artístico de solidez probada debería decidir si fuese realmente responsable.