«Oposición» e «inquietud» de la Junta por la nueva regulación del cerdo ibérico

VALLADOLID- Nuevo campo de batalla. Esta vez respecto a la futura modificación de la Norma de Calidad del Ibérico que perjudicaría gravemente los intereses de Castilla y León y a más de un millar de explotaciones ganaderas. El portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez mostraba la «oposición» e «inquietud» de la Junta a esta normativa y anunciaba que la consejera de Agricultura ha enviado una misiva al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para que no se lleve a efecto el decreto, ya que provocaría el cierre del 80 por ciento de las explotaciones en la Comunidad, principalmente en la provincia de Salamanca.

En dicha carta, Silvia Clemente indica que «Castilla y León concentra un amplio volumen del censo nacional de porcino ibérico» por lo que no se puede aceptar «el cambio sugerido de una modificación sustancial de los requisitos exigidos para definir la nueva calificación: por un lado al establecer la obligatoriedad de la inscripción de los progenitores en el Libro Genealógico y por otro al incrementar hasta el 75 por ciento la pureza racial exigida a los animales».

La consejera señala que de los 54.184 reproductores ibéricos censados en Castilla y León en el año 2011, solamente 2.461 animales figuran inscritos en el Libro Genealógico, lo que supone un 4,5 por ciento.

«En cuanto a la propuesta de incrementar hasta el 75 por ciento la pureza racial, es evidente que esta exigencia perjudicaría gravemente a los intereses del sector en Castilla y León, que en su mayoría comercializa con el 50 por ciento de pureza tanto el ibérico fresco como curado. Por otra parte hay que considerar que esta exigencia también provocaría un aumento de la heterogeneidad de las producciones», señala la carta.

Sí que se muestra de acuerdo Clemente en una mayor simplificación de las cuatro categorías existentes y reducirlas a dos que serían Cebo y Bellota, pero discrepa en «la modificación de los requisitos establecios para el Ibérico de Cebo, al requerir la extensificación en los últimos 60 días antes del sacrificio con una densidad de quince ceros por hectárea al aire libre», se manifiesta.

«En Castilla y León cerca del 85 por ciento de la producción comercializada de jamón ibérico se realiza bajo la denominación de ibérico de cebo, de forma que esta nueva exigencia afectaría a 1.103 explotaciones y provocaría la deslocalización de las existentes», se indica en la misiva.