Religion

«Ha sido una falta de respeto a la vida humana»

El vicario episcopal lamentó lo sucedido en la iglesia
El vicario episcopal lamentó lo sucedido en la iglesialarazon

MADRID- Faltaban pocos minutos para las ocho de la tarde. El sacerdote, Francisco Santos, se preparaba en la sacristía de la parroquia Santa María del Pinar para oficiar la misa, que no llegó a celebrarse ya que el párroco, Manuel Polo, estaba fuera por motivos de trabajo. Cuando Santos oyó los tres disparos, salió de la sacristía y vio todo lo que había sucedido: el homicida tendido en el suelo delante del altar, una mujer con una herida de bala en el tórax y una chica embarazada con un disparo en la cabeza. Poco después llegaron al lugar de los hechos las ambulancias del Samur y la Policía.

El vicario episcopal de la zona, José María Bravo, se enteró de la noticia a través de la televisión y rápidamente se desplazó hasta allí, donde atendió a los medios y declaró que el sacerdote que iba a celebrar la misa estaba «muy afectado» tras el suceso. «Según me ha contado, el hombre entró en la iglesia y, sin mediar palabra, empezó a disparar por sorpresa», pero aclaró que en ningún momento el asesino intentó atentar contra él. Además, Bravo añadió que no sabía si había relación entre el homicida y las víctimas, pero sí que las dos mujeres eran «conocidas del barrio y feligresas habituales» de misa de ocho de la parroquia. «Da pena, mucha pena. Es una falta de respeto a la vida humana», lamentó.

Las labores de investigación de la Policía Científica impidieron a Bravo entrar en la parroquia, que permancerá cerrada hasta que los agentes concluyan su labor.