Herrera reclama la superioridad moral de las víctimas para el fin del terrorismo

Valladolid- El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, hacía una valoración «provisional y breve» sobre el comunicado leído «por tres encapuchados de ETA», en el que la banda terrorista anuncia el cese definitivo de su actividad armada. Herrera explica que «siempre he creído que la derrota total de ETA se producirá gracias a la conjunción de importantes factores. El reconocimiento de la superioridad moral de las víctimas. La firmeza de la sociedad española. La fortaleza de la Democracia y el Estado de Derecho. El esfuerzo, eficacia y sacrificio de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, y el de los jueces y fiscales. La plena colaboración internacional. Y, por supuesto, la unidad de los demócratas». El presidente, quien se pronunció tras las reacciones del presidente del Gobierno y los dos partidos políticos más importantes de España, recordó que éstos mostraron satisfacción y hablaron de «una gran victoria de la Democracia».

Sin embargo, Herrera reconoce que «me falta información para poder distinguir, en la retórica criminal de ETA, la posible diferencia que pueda existir entre este anuncio de ‘cese definitivo de su actividad armada' y sus anteriores anuncios de ‘alto el fuego permanente' de ‘tregua indefinida y sin condiciones', que todos recordamos con tanta amargura, dolor y frustración».
«Nada en el nuevo comunicado de ETA induce a pensar en su derrota, disolución, desmantelamiento, entrega de armas, petición de perdón o asunción de responsabilidades», prosigue el comunicado de Herrera, quien estima que «éste es el momento más oportuno para el recuerdo de las 829 víctimas mortales de ETA y de todas las víctimas del terrorismo, que deben ser siempre el referente moral de nuestra Democracia. Pero en este punto concreto, el nuevo comunicado de ETA alcanza la categoría de asco, tanto por su premeditado olvido de sus víctimas inocentes, como por su jactancia y recuerdo expreso de sus ‘caídos, presos y exiliados'. Ni siquiera equiparan a víctimas y verdugos. Olvidan a las primeras, y sacralizan a los segundos. El peor de los caminos».

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, por su parte, subrayaba el «triunfo de la democracia» y señalaba que el anuncio «se debe sobre todo al trabajo conjunto y la unidad demócrata contra la banda». El secretario autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, tuvo palabras de reconocimiento a los afectados por la barbarie etarra y se mostró satisfecho por el comunicado, pero añadió que «debe completarse con otro en el que entreguen las armas y se disuelvan». Por su parte, el líder de la oposición, el socialista Óscar López, consideraba la conocida ayer, como «la noticia más importante en España en los últimos 40 años» y tuvo un «recordatorio muy especial» hacia las víctimas.

Desde IU, José María González, señaló que el anuncio «permitirá a todos ver desde otra perspectiva la situación que se está viviendo en España», mientras que UPL consideró que «supone el fin a cuatro décadas de muertes injustas».

Los responsables municipales también dieron su punto de vista sobre la lectura del comunicado por parte de ETA. El presidente de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Miguel Ángel García Nieto, acogió «con prudencias y reservas» la «buena noticia», aunque recordó que «hay más de mil muertos encima de la mesa». El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, recordó que esa ciudad ha sido una de las más sacudidas por la acción etarra y recordó a las víctimas, a la par que manifestó que «el anuncio llega tarde». El segoviano Pedro Arahuetes fue cauto y pidió que se concrete el proceso y se someta a ETA a las reglas democráticas.

Desde Cecale, Jesús Terciado incidió también en la «cautela» y recordó que «ha habido otros antes que no han madurado ni acabado como debieran». Agustín Prieto, de UGT, consideró «magnífica» la noticia, que definió como «triunfo de la política». Ángel Hernández, de CCOO, consideró que «se abre un nuevo tiempo para restituir los daños que se han hecho durante estos cuarenta años». Ginés Clemente, presidente de la Empresa Familiar de Castilla y León, dudó del anuncio, que calificó como «uno más».