Pésame Real a los Urdangarín

El 10 de mayo por la noche, tras el fallecimiento de Juan María Urdangarín, empezaron a correr rumores de que algunos de los miembros de la Familia Real se desplazarían hasta Vitoria para dar el pésame a la familia. Unas dudas que se disiparon el viernes por la mañana, cuando a las 8:30 horas comenzó un amplio despliegue policial. Decenas de ertzainas se repartieron por el paseo Francisco de Vitoria –donde se encuentra la residencia de los padres de Iñaki Urdangarín– y cortaron el tráfico, salvo a los vecinos de la urbanización. Incluso retiraron los contenedores de basura situados enfrente de la entrada principal, descolgaron las papeleras de las calles colindantes y revisaron las alcantarillas, unas medidas de seguridad habituales. La expectación era máxima. Decenas de medios de comunicación llevaban desde muy temprano haciendo guardia por si se dejaba ver algún familiar y los curiosos se amontonaban para enterarse de lo que sucedía, pero hubo que esperar un poco. Sobre las diez de la mañana salieron varios coches conducidos por hermanas del duque de Palma, aunque no fue hasta las 12:15 cuando se pudo ver a Mikel, el único hermano varón de Iñaki, al volante de un Renault Space gris junto a su madre y el propio marido de la Infanta Cristina. Los tres se dirigieron hacia el tanatorio Lauzurica, ubicado a un par de kilómetros de su casa, pero ni rastro de la Familia Real.

Máxima expectación
Sin embargo, varios escoltas se paseaban aún por la urbanización con perros comprobando que todo estuviera en orden, lo que indicaba que algún miembro de la realeza iba a aparecer en cualquier momento.Tras un responso en el velatorio, Mikel regresó a su casa acompañado por una de sus hermanas y Claire, la viuda. Acto seguido, volvió al tanatorio para recoger a Iñaki y llevarle de vuelta al domicilio. Fue entonces cuando, tras una comitiva de coches, llegó el automóvil en el que viajaban la Reina y la Infanta Elena. Ambas se desplazaron desde Madrid para dar el pésame a la familia por la muerte de Juan María. Acudieron sobre las 13:15 y estuvieron allí hasta cerca de las cuatro de la tarde, cuando abandonaron la urbanización. Su presencia corroboró que, aunque el duque de Palma haya sido apartado de los actos oficiales de la Familia Real por su imputación en el caso Nóos, las relaciones afectivas siguen siendo excelentes.

Desde la Casa Real confirmaron a LA RAZÓN que la Infanta Cristina llega hoy por la mañana a Madrid desde Washington acompañada por sus cuatro hijos, con los que se trasladará en coche hasta Vitoria para asistir al funeral que se celebrará por su suegro a las ocho de la tarde en la Basílica de San Prudencio, en Armentia. Allí se darán cita los más allegados a la familia Urdangarín y quienes trabaron amistad en vida con Juan María, cabeza de una familia que llora su pérdida con el apoyo de los Borbón.

Los Príncipes de Asturias dieron el pésame por teléfono
A pesar del rumor de que Doña Letizia viajó ayer a Vitoria para arropar a la familia de Iñaki Urdangarín, la Casa Real desmintió que eso sucediera. «Es absolutamente mentira». Es más, según la misma Casa, en ningún momento se planteó un desplazamiento a la capital alavesa por parte de la Princesa.
Los Príncipes de Asturias sí se pusieron en contacto con la familia del duque de Palma para transmitirles el pésame, pero vía telefónica.
Por su parte, Don Felipe no interrumpió su agenda oficial por la muerte de Juan María Urdangarín, y ayer entregó el galardón Camino Real del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá a Plácido Domingo. La Infanta Elena sí se presentó ayer en Vitoria en compañía de la Reina, y Doña Cristina llegará mañana con los niños desde Washington. Desde la Casa Real sostienen que los Príncipes no tienen pensado, por el momento, interrumpir sus actividades para desplazarse hasta Vitoria.