Duran deplora que el Gobierno invierta en otras CCAA y no pague a Cataluña

BARCELONA- «No puede ser que España cuadre su déficit a costa de desequilibrar a Cataluña». Así lo dijo ayer el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, dando a entender que la Generalitat es víctima de una incomprensible política económica del Gobierno. Los nacionalistas catalanes no entienden que la vicepresidenta, Elena Salgado, se muestre inflexible a la hora de pagar este año a Cataluña los 1.450 millones de euros correspondientes al fondo de competitividad y, en cambio, apruebe una partida de 3.700 millones de euros para llevar el AVE a Extremadura (así se hizo en el último consejo de ministros).
Duran habló en estos términos durante su intervención en el consejo nacional de CiU, que sirvió para aprobar su programa electoral para las municipales y sus listas electorales. El también portavoz de CiU en el Congreso se refirió a la complicada situación financiera que los nacionalistas han heredado en la Generalitat, agravada, en su opinión, porque el Gobierno «no nos paga lo que nos debe». Duran remarcó que la administración autonómica no estaría en apuros si el Gobierno pagara los recursos del fondo de competitividad y de la disposición adicional tercera del Estatut.
El tripartito también fue objeto de las críticas de CiU, ya que los nacionalistas acusan al anterior gobierno de haber dejado la caja en una situación ruinosa. «¿Dé qué se quejan ahora? ¡Qué cara tienen! ¡Si han dejado el país trinchado!», exclamó Duran.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas tomó el relevo de su socio para continuar los ataques contra el Gobierno. Dijo que es «lamentable» que el Ejecutivo esté «más pendiente» de dejar de pagar sus deudas a Cataluña que de combatir el paro.
Mas subrayó que los socialistas se han mostrado incapaces de generar empleo y recordó que la cifra de parados se sitúa cercana a los cinco millones, un récord histórico. Avanzó, además, que la Generalitat aprobará un plan para reducir la gran cantidad de normativas burocráticas que «ahogan» a las emprendedores para iniciar sus proyectos.