Infraestructuras ferroviarias

Mas sale al rescate de Spanair para evitar su «caída» definitiva

La Generalitat de Cataluña salió ayer al rescate de Spanair sin apenas miramientos. Convergència i Unió no hace ni un mes que gobierna y, por tanto, no ha tenido mucho tiempo para examinar la situación de una compañía que ha llegado a estar al borde del colapso.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, es partidario de que Cataluña cuente con una compañía aérea
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, es partidario de que Cataluña cuente con una compañía aérealarazon

Pero el desconocimiento de la Generalitat sobre las cuentas y la viabilidad de Spanair no fue impedimento para que la administración autonómica impulsara ayer la concesión de un crédito de 10,5 millones que permitirá a la compañía afrontar necesidades inmediatas como el queroseno de sus aviones.

La operación de rescate guarda su complejidad, ya que implica al Institut Català de Finances (ICF) –el organismo de la Generalitat que concederá el crédito–, a la Fira de Barcelona –que hará de mediador entre el ICF y Spanair–, y al Ayuntamiento de Barcelona –que actúa como avalista de la operación–. Los tres mismos protagonistas podrían orquestar una operación del mismo tipo en pocas semanas para inyectar otros 9,5 millones de euros a la compañía aérea, ya que sus necesidades alcanzan prácticamente los 15 millones de euros, según fuentes del Govern.

El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, justificó el rescate porque la otra opción era dejar que Spanair se hundiera. «Estábamos ante una situación de urgencia que obligaba a hacerlo o a dejar caer a la compañía. La tesitura era ésta y lo digo con toda la transparencia», afirmó Homs, quien tampoco tuvo inconveniente en reconocer que la concesión del crédito se ha realizado sin muchas meditaciones.

«Admito que no hemos tenido tiempo de hacer un análisis con profundidad de la compañía y de su viabilidad. Intuitivamente apostamos –y ya lo dijimos cuando estábamos en la oposición– y creemos que es por donde hay que ir. A Cataluña le irá bien poder tener una compañía de estas características porque además disponemos de una infraestructura aeroportuaria que lo hace posible», agregó Homs, dando así pistas sobre la orientación patriótica que caracteriza el trasfondo de la operación.

Las quejas de la competencia

Las explicaciones del portavoz de la Generalitat irritaron a la competencia de Spanair. «Esta operación es injustificable e incomprensible. Estamos francamente sorprendidos de que el nuevo Govern continúe con la misma política emprendida por el anterior», criticó el presidente del consejo de administración de Vueling, Josep Piqué.

Lo cierto es que Homs también sulfuró al propio presidente de Spanair, Ferran Soriano, que aseguró que «la ampliación de capital estaba planificada desde el verano para llevar a cabo el plan de reestructuración y crecimiento de la compañía». PSC, ERC e ICV coindieron también en señalar que el rescate estaba pactado desde hace meses y contó con el aval de CiU, entonces en la oposición. Las únicas reservas las mostró el PP exigiendo más «transparencia».


La Generalitat tiene mayoría en el accionariado
El capital de la aerolínea Spanair se divide entre ocho socios. El grupo de empresarios Volcat 2009 tiene un 20,8 por ciento. Cimalsa –cien por cien pública– tiene un 17,8 por ciento. Turismo de Barcelona –pública al 50 por ciento– tiene un 13,4 por ciento. Fira de Barcelona –66 por ciento de capital público–, 13,4 por ciento. La aerolínea escandinaba SAS, antigua propietaria de la compañía, mantiene un 11,9 por ciento. Catalana de Iniciativas –33 por ciento de capital público– tiene el 10,7 por ciento. Y Avançsa –totalmente pública–, el 8,9 por ciento restante.