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ANÁLISIS: Semana clave por Nicolás Fernández Picón

La Razón
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Aunque parezca increíble, tras dos años de continuos vaivenes económicos, pocas veces ha sido tan complicado escribir una columna teniendo en cuenta que el domingo y el miércoles nos jugamos el futuro inmediato y también el de medio plazo en la eurozona. Seguramente, lo más sensato será comentar aquello que, con las filtraciones sucesivas, creemos que finalmente puede acabar formando parte del imprescindible acuerdo que hay que alcanzar a corto plazo. Tras esbozar las directrices del plan integral para acotar la crisis de deuda soberana y resolver la situación de Grecia, hay que avanzar en varias cosas.

Primero y más importante, definir cómo se va a ampliar la capacidad del FEEF cumpliendo con el objetivo de superar, al menos el billón, acercándose a dos billones. Partiendo de los 287.000 millones de euros disponibles no comprometidos actualmente del FEEF, tras las inyecciones de capital en la banca griega, los recursos disponibles inmediatos para evitar el contagio no son suficientes. Se debe diseñar un mecanismo de garantías por un porcentaje de las emisiones de primario de países solventes con problemas puntuales (España e Italia). Esto contravendría los tratados de la UE y obligaría a una modificación de los mismos mediante aprobaciones parlamentarias o referéndums que se dilatarían demasiado en el tiempo. Otra solución sería aceptar una reducción de rating del FEEF aumentando su apalancamiento y capacidad de acción, pero esto podría reducir la confianza del mercado.

Segundo, los planes definitivos para fortalecer los balances de los bancos. Parece que se ha dejado de lado la descabellada idea de asumir quitas en las deudas soberanas de las entidades. Ya hemos dicho otras veces que aplicar cualquier tipo de rebaja a la deuda de España e Italia transmite un mensaje de falta de solvencia y va en contra de medidas para contener la crisis.

Del mismo modo, la aplicación de quitas a España e Italia sube el coste de financiación de los países implicados (desincentivando a los bancos a acudir a nuevas subastas de estos países).

Todo apunta a que se definirá la refinanciación del sector financiero a través de ampliaciones de capital y desapalancamiento de balances en primera instancia. A continuación, inyecciones de capital estatal y, como último recurso, con aportaciones del FEEF.

Nicolás Fernández Picón
Director de Análisis de Banco Sabadell