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ANÁLISIS: Los peores presagios se confirman por Nicolás Fernández Picón

La Razón
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Antes del verano ya avisábamos. Los peores presagios se confirmaron en agosto con fuertes caídas de los mercados apoyadas en las dudas sobre la deuda soberana y, a última hora, el miedo a otra recesión.

Sobre la crisis periférica, seguimos igual que a finales de julio, esperando a que se confirmen las medidas acordadas entonces. El BCE, en un movimiento conjunto con la Fed, y los bancos de Inglaterra, Japón y Suiza anunció nuevas subastas de liquidez en dólares. El FEFF deberá ser ampliado y el BCE tendrá que respaldar sus necesidades de compra, pero hay que aislar el riesgo de España e Italia, pilar sobre el que se basa la continuidad del euro. De momento, las claves pasan por un acuerdo de participación del sector privado en la reestructuración de deuda griega.

Las razones de la incertidumbre se explican por la crisis de liquidez que ha afectado a todos los bancos europeos.

La otra gran amenaza percibida por los mercados —el riesgo de recesión global— sigue vigente, sin que la reunión del G7 del pasado fin de semana sirviera para coordinar una acción conjunta. Los ojos siguen puestos en EE UU. De la próxima reunión monetaria de la Fed cabe esperar nuevas medidas de estímulo, pero probablemente de una escala muy inferior al anterior QE2. En cuanto al estímulo fiscal propuesto por Obama, el apoyo del Congreso parece aún un objetivo lejano. Por tanto, el frente del crecimiento tampoco se va a despejar a corto plazo. La perspectiva de datos macro en Europa para septiembre no va a ser positiva, pero el mercado ya ha corrido en esa dirección, lo que limita el impacto.

Respecto a las bolsas, los tres índices de referencia (S&P 500, Eurostoxx 50 e IBEX 35) se sitúan en negativo en el conjunto del año, aunque de manera más acusada en el caso del Eurostoxx 50.

Tras la relativa decepción de la campaña de resultados del segundo trimestre, las revisiones de BpA han continuado lastradas por el temor a la recesión económica. Además, las estimaciones de beneficios para 2011 y 2012 de los analistas se han reducido en los últimos tres meses. Pero mantenemos que, tras los meses de verano, esperamos ver una mejor evolución de la renta variable, sobre todo en Europa, una vez recogidas las estimaciones para el segundo semestre de 2011.


Nicolás Fernández Picón
Director de Análisis de Banco Sabadell