Giro de Italia

Ciclismo

El Gorila devora a Urtasun

Segundo triunfo de Greipel. La carrera, empañada por los cinco ciclistas que han acusado a ArmstrongOtra etapa para los sprinters. Segundo día de llano, ideal para la llegada masiva y el triunfo para los sprinters, en el que la única subida es la del Côte de Buxières, con una extensión de 2,7 kilómetros y un desnivel del 3,8%. Un puerto de cuarta categoría pasado el ecuador de la etapa, en el kilómetro 145.

El Gorila devora a Urtasun
El Gorila devora a Urtasunlarazon

No hay sonido más cruel que el de los radios de una rueda acercándose cuando se está próximo a la línea de meta. Es como una serpiente deslizándose, lengua venenosa silbando, pidiendo carne hambrienta. Un sonido parecido es el del pelotón cuando va a cazar a los fugados. A cada segundo, el volumen se incrementa. Es una muerte cantada. Despiadada por inhumana. No se puede sufrir tanto, sobre todo si es en plena recta de meta, después de 195 de los 200 kilómetros en fuga. Una salvajada. Eso le pasó a Pablo Urtasun en San Quentin. Por 150 metros fue devorado por el Gorila, así llaman a Andre Greipel, el vencedor de nuevo en el sprint.

El Tour se despertó con nubarrones. Anunciaban lluvia desde primera hora de la mañana. Tormenta para el ciclismo. Está acostumbrado este deporte a lidiar con ellas. Como Lance Armstrong, investigado por la USADA por sus supuestas prácticas de dopaje que pueden desposeerle ahora, tropecientos años y una vida después, de sus siete Tours. Las nubes están ahora más cargadas que nunca porque, supuestamente, cinco de sus ex compañeros testificaron contra él, admitiendo con ello también su dopaje pero haciendo que, con su simple confesión, su pena se rebaje de dos años a seis meses. Levi Leipheimer, David Zabriskie, Christian Vande Velde y George Hincapie, los cuatro están corriendo el Tour. Y Jonathan Vaughters, manager del Garmin, también presente en la ronda gala. Así que la mañana quedó empañada por el temporal.

Pero eso no frenó a Urtasun, que ha salido sprinter. Con él se marcharon Julien Simon, Ladagnous y Ghyselinck. Y como al final, el show siempre debe continuar, el Tour hizo olvidar a Armstrong.
Gracias, en parte, al loco y a la vez bello intento de y Ghyselinck. Parecía suya la victoria tras la caída en los tres kilómetros finales en el pelotón. Sagan y Farrar se fueron al suelo. Luego entró en escena Urtasun, que es navarro, de cabeza dura pues. Atrapó a Ghyselinck y se alzó sobre la bici. Pero en ese momento escuchó el sonido de la muerte. El rugido del Gorila Greipel lo engulló.