Báñez apela a la inexorabilidad de las medidas: «No ha habido más remedio»

GRANADA-El hueco dejado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, lo cubrió la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. Su intervención se centró en lo esperado: el severo plan de ajuste aprobado por el Gobierno, que ha marcado el XIII Congreso de los populares.

Báñez justificó el proyecto reformista del presidente del Gobierno y las medidas tomadas por la situación de «emergencia social» en la que se encuentra España. En las causas, miró a lo largo de toda su intervención en el retrovisor de la gestión de Rodríguez Zapatero en sus ocho años como inquilino de la Moncloa. «Tenemos el reto de sacar a España de la crisis en la que nos meten siempre los gobiernos socialistas». Menos poesía gastó Rafael Hernando, que explicó el informe del Grupo Popular en el Congreso: «Estos tíos nos echan la culpa de lo que han hecho ellos».

Tres de los errores que se le han achacado al Gobierno de Rajoy –los agujeros de comunicación, la falta de pedagogía y el no siempre acertado tacto a la hora de explicar las medidas– los intentó tapar esta vez la titular de Trabajo y Seguridad Social. «Ha habido medidas muy difíciles de tomar». Pero hay «medidas –citó la bajada de la percepción por desempleo– que no nos ha quedado más remedio que tomar porque las cuentas públicas tienen agujeros muy grandes». Se afanó, no obstante, en dar algunas notas aclaratorias. La primera, que los parados que ya están recibiendo el subsidio por desempleo no se ven afectados por la bajada del 60 al 50 por ciento. Y la segunda, que se librarán «los que tienen sueldos más bajos», que representan aproximadamente un tercio del total. Poco después de que Báñez dejara el atril, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, lanzó precisamente un mensaje en esta misma línea: «Además de hacer reformas hay que comunicarlas bien». «A veces la gente no sabe bien por qué se hacen las cosas». Y «la gente –abundó– es más inteligente de lo que nos creemos». Todos los alcaldes del PP que intervinieron cerraron filas con las medidas tomadas por el Gobierno central, en la línea marcada un día antes por Javier Arenas. Además de Pedro Rodríguez, el regidor almeriense, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, también insistió en la idoneidad de profundizar en las tareas comunicativas. «Hay que explicar lo que nos hubiera ocurrido si no se hubieran tomado estas medidas».

«No es fácil tomar las medidas, pero siempre hay que hacerlo con sensibilidad». «Hay personas que están enfadadas y hay que entenderlas». Nos ha «dolido» –añadió– tener que poner en marcha algunas reformas.

En clave interna, se refirió directamente al nuevo presidente del PP-A: «Juan Ignacio, te toca llevar el testigo hasta el final. Hay muchos andaluces que quieren ser españoles de primera». En la misma línea que Cospedal el día antes, también apeló Báñez a la futura ausencia presente de Arenas: «Javier se queda. Tiene mucha responsabilidad y va a seguir teniéndola en el PP andaluz».

De la Torre espera «compromiso» con todas las provincias
El señalamiento por parte de Arenas del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y la decisión de éste de subir al segundo puesto del puente de mando a otro sevillano, el regidor tomareño José Luis Sanz, no sentó del todo bien en Málaga, la provincia que más delegados ha aportado al XIII Congreso y que cuenta con mejores resultados electorales. De la Torre no escondió que veía a Zoido «saturado» por su acumulación de tareas. Más tarde cerró filas con la elección. Más por disciplina que por convencimiento. Ayer deslizó un aviso a navegantes. Confió en que la «prioridad absoluta» del próximo responsable del PP-A sean todas las provincias y todas las capitales.