Atenas

Grecia promete despedir a 150000 funcionarios más para no quebrar

Fitch sostiene que el país entrará en bancarrota, pero dice que no saldrá del euro

Funcionarios civiles quemaron ayer notas de pago de un impuesto en protesta por el plan de austeridad del Gobierno
Funcionarios civiles quemaron ayer notas de pago de un impuesto en protesta por el plan de austeridad del Gobiernolarazon

MADRID- Las presiones del FMI y de la UE surten efecto, al menos en cuanto a una declaración de intenciones se refiere por parte de los dirigentes del país heleno. El Gobierno griego anunció ayer que ahora se plantea reducir en un 30% los funcionarios ministeriales, cuando ya ha suprimido 200.000 empleos público entre jubilaciones no cubiertas y empleados con contratos temporales.

Grecia se la juega. Al borde de la quiebra, no puede hacer menos que anunciar reformas. En este escenario, el ministro de Reformas Administrativas, Dimitris Repas, envió ayer una circular a todos los ministerios para que elaboren en los próximos diez días una lista del personal que consideren prescindible.

Así, el anuncio de ayer fue el de suprimir otros 150.000 empleos públicos, con 2015 como «deadline», tal y como prometió Grecia el pasado mes de julio, ante sus socios europeos y ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de 160.000 millones.

Progresos con la «troika»
Con la «troika» en los talones, es decir, los supervisores del FMI, la UE y el BCE poniendo a examen los esfuerzos de Atenas y en plena negociación, el Gobierno heleno ha puesto encima de la mesa el despido inmediato de 25.000 funcionarios, lo que supondría un alivio de 1.000 millones de euros. No en balde, porque Grecia debe cumplir con un severo plan de reformas y reducir el déficit en torno al 7,6% del PIB si quiere contar con los 8.000 millones del sexto tramo del primer rescate. Los expertos regresarán la próxima semana a Atenas, y revelaron que, hasta la fecha, se han hecho «buenos progresos».

La contrarreloj de Grecia no cuenta, no obstante, con la confianza de Fitch, la agencia de calificación que ayer echó ayer más leña al fuego. Declaró que «espera la suspensión de pagos de Grecia», aunque no que abandone la eurozona, dado que «el coste de una ruptura de la zona euro sería demasiado alto como para permitirla» y sentaría un precedente peligroso. Según Fitch, «las preocupaciones sobre la ruptura de la zona euro son exageradas»; eso sí, el interés por evitar que se resquebraje «asegura la viabilidad de la divisa». También se pronunció sobre los eurobonos como medida «ad hoc» para garantizar la financiación de la deuda soberana, aunque exija «dolorosas medidas de austeridad fiscal».

Por otra parte, mientras Grecia negó ayer un referéndum sobre la permanencia en la zona euro, el Senado en España ratificó los acuerdos para aumentar a 80.000 millones el préstamo otorgado a los griegos.


Portugal no descarta volver a ser rescatado
El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, aseguró ayer en una entrevista con la cadena de televisión pública RTP1 que «no podemos excluir la posibilidad» de que Portugal necesite de un segundo rescate financiero en caso de que Grecia entre en suspensión de pagos, y subrayó que su país debe estar «preparado» para un escenario tan «grave», informa Efe.