A la cola por Alberto Fernández

Mucho se ha escrito sobre la dificultad que tenemos en España para crear empresas. El último informe «Doing Business 2011» sigue mostrando que estamos a la cola del mundo y el resultado de España es sencillamente desalentador. Es cierto que, últimamente, el Estado y diversas comunidades autónomas han propuesto y, en algunos casos tomado, medidas para reducir la burocracia, pero están siendo insuficientes.
En España, crear empresas sigue siendo laborioso, caro y lento. A modo de ejemplo, el informe menciona que para abrir una empresa en España se tarda una media de 47 días. El país más lento de Europa con diferencia. En Bélgica, se puede iniciar una actividad en cuatro días y en Nueva Zelanda, en uno. La visión y la velocidad del empresario y la Administración son distintas: un empresario ve oportunidades en el mercado, competidores y necesidad de actuar con rapidez, pero se topa con funcionarios lentos y que tienen que justificar su trabajo. ¿Qué ve la Administración? ¿Será que hay que pagar a demasiados funcionarios? ¿Será que han de justificar su trabajo? Hasta que no reduzcamos el número trámites administrativos y su coste seguiremos sin ser un país emprendedor.El empresario no es un enemigo de la sociedad, sino que contribuye a su desarrollo y a la creación de riqueza por la vía de la creación de empleo. Y lo hace con trabajo y asumiendo riesgos. Por ello, además de reducir procedimientos y plazos, hay que reducir los costes de las licencias y los impuestos. ¿No arriesga bastante el emprendedor dedicando su tiempo y dinero a iniciar su proyecto empresarial? Seamos valientes y quitemos trabas a los empresarios.

Alberto Fernández
Profesor del IESE, Universidad de Navarra y director de Finaves