Educación en la sombra

Ahora que vamos a poner en marcha en Madrid una factura en la sombra para saber cuánto cuesta de manera efectiva nuestra atención sanitaria, igual no sería tan mala idea hacer lo mismo en la Educación. Lo mismo que vamos a saber lo que cuesta una operación de apendicitis o unas amígdalas, estaría bien saber lo que cuesta un recreo, o una clase de «cono», o una de matemáticas.
No conviene nunca confundir gratuito con gratis: la Sanidad es gratuita cuando vamos al médico, pero no sale gratis. No hay más que mirar la nómina a final de mes para recordarlo. Y con la Educación pasa tres cuartos de lo mismo: si los padres recibieran (recibiéramos) en casa una factura mensual con lo que cuesta la enseñanza de sus (nuestros) hijos en un colegio público o concertado, seguramente estarían (estaríamos) centrando mucho mejor el terreno de juego en el que se están disputando todas las pasiones en este septiembre caluroso y preotoñal.
Pero con la Educación sale gratis hasta discutir. ¿Saben lo que va a pasar? Los profesores trabajaran 20 horas, se contratará finalmente a un buen número de interinos, y llegará el 20 de noviembre para poner paz en todo esto. Eso sí: los resultados de fracaso escolar seguirán el día 21. Así nos va.