Un bosque de robles para recordar a los 2977 muertos

El embajador de EE UU en Madrid, Alan Solomont, destacó que el 11-S su país decidió que no dejaría que los terroristas cambiara su forma de vida o minaran su democracia y sus valores. «Son valores que compartimos con España, la creencia en la democracia, los derechos humanos y el respeto a las diferencias culturales o religiosas», señaló Solomont, quien ha hecho hincapié en que los atentados dejaron también «una verdad»: que los terroristas «no se salen con la suya», que el extremismo violento no gana adeptos, como está demostrando la Primavera Árabe.

Solomont hizo estas reflexiones ante los más de doscientos miembros de la colonia norteamericana en España que acudieron al acto de homenaje y que, junto a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, arroparon a José Luis San Pío, el padre de la única española que murió en los atentados, Silvia. Los Príncipes han ayudado, junto al embajador y su esposa, a plantar el último de los diez robles que recordará a las víctimas del 11-S en el Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid, un gesto que imitaron a continuación la ministra de Exteriores, el alcalde de la capital y el padre de Silvia San Pío.

Tras guardar un minuto de silencio, el embajador de EE UU, que ha alternado el inglés y el castellano en su intervención, aseguró que el objetivo del homenaje no era sólo recordar a las víctimas, sino «enfatizar la capacidad de superación del ser humano e insistir en el valor de la vida». El diplomático recordó que ya existen once memoriales del 11-S en Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Israel y Australia, lugares donde los ciudadanos «pueden reunirse para construir el futuro sin perder de vista el pasado».

José Luis San Pío, padre de la única víctima española
«Ella sigue siendo una más en la familia»
José Luis San Pío, padre de la única española que murió en los atentados del 11-S (el primero a la izquierda en la foto), reconoció ayer en el acto junto a los Príncipes que el décimo aniversario «reaviva un poco más» la herida que dejaron y quiso recordar también a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. San Pío declaró que supo desde el primer momento que su hija no podía haber sobrevivido al atentado y aseguró que «de alguna forma sigue estando en casa» y «siendo una más de la familia».