Sentido común

El PP ratificará mañana el programa con las reformas que considera imprescindibles para empezar a salir de la crisis. Si ganan los «populares», antes de concretar cualquier propuesta necesitan conocer la verdad de las cuentas que reciben y así evitar sorpresas de última hora, como las halladas por Cospedal en Castilla-La Mancha o la práctica quiebra de la Seguridad Social encontrada por Aznar en 1996. No se trata de una ocultación de propuestas sino del deseo de huir de la frivolidad realizando proposiciones que suenen bien a la ciudadanía, pero que no sean realistas. No gastar más de lo que se ingresa es otra postura conocida en esa formación política porque la puso en marcha su anterior etapa; se trata de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para contener el escandaloso déficit que va a heredar y estabilizar los niveles de deuda pública. Además, volverá a poner un techo de gasto a las CC AA, que eliminó el PSOE al llegar. La situación del sistema financiero y la quita del 2% aprobada en Bruselas preocupa seriamente a los españoles por el temor a que se retraigan aún más el crédito y el consumo. En esas circunstancias, sería imposible una reactivación de la economía, de ahí que el programa «popular» proponga que las entidades asuman su parte de responsabilidad y así poder estabilizar el mapa bancario para que cuente con un marco competitivo, bien capitalizado, que no necesite ayudas públicas. Para quienes están pendientes de la postura del PP en materia antiterrorista y temen que sea más blanda que la mantenida hasta ahora, el mensaje es bien claro: compromiso con la Ley y el Estado de Derecho y una derrota de ETA sin concesiones.